«Soy lo prohibido» – Autor: José Arenas.
«¿Quién sentirá deseo sexual a los cuatro años? ¿De dónde saqué ese diablo que me habita desde entonces?». Susurrando, jadeando, alhajado de lirismo en su grito rebelde con esta ofrenda insoslayable e impresa para todes, el gran José Arenas logra con creces liberarnos de tanto atavismo impúdico, más acá o allá de lo prohibido: nuestra patria gozosamente paria y sin límites para el deseo absoluto al fin desatado» Fernando Noy.
«Un texto-herida, quilombo y claridad. Arenas hace reflexión punzante con los recuerdos y desarma falsas dicotomías: ¿ser gays nos salva de algo?, ¿o será que no es tan distinto ser marica de ser macho? ¿De qué manera lo gay está atravesado por aquello que una y otra vez nombramos patriarcado? José hace un recorrido por su propia historia, atendiendo una realidad colectiva. La apertura de una infancia sin géneros, la curiosidad puesta en las manos; una adolescencia en la que el lenguaje erotiza y la palabra destruye; una adultez que es la superposición de los tiempos, donde existir todavía duele pero se vislumbran fisuras para el cariño, y se nombra con desmedida belleza, sin tabú ni eufemismo» Gabriela Escobar.
«En textos incendiarios que se abren paso por diferentes coordenadas, José Arenas destroza todo tipo de moral falsa e irrespirable. Lo hace desde un cuerpo, el suyo, y con el desparpajo y la lucidez que caracterizan su escritura. El camino es la palabra y la carnalidad que esta mantiene con el deseo. Marica, macho, sexo, pija, oso, son algunas de las tantas palabras que somete a un escrutinio feroz, con lo que habla no solo de gozar y padecer el cuerpo, sino también de la dimensión colectiva, y fallida, de esa tensión. Es evidente: nadie saldrá a salvo de estos escritos linderos con la crónica, las memorias y el ensayo más urgente» Rosario Lázaro Igoa.
«La existencia está en otra parte – Relatos a cien años del manifiesto surrealista» – Selección y prólogo: Virginia Mórtola.
En el Primer manifiesto surrealista (1924), André Breton propuso otorgar supremacía a la actividad onírica: sumergirse en sus laberintos, dejarse arremolinar por sus corrientes y navegar, mancos de remos, en sus aguas.
En esta antología, veinticinco escritoras y escritores que pertenecen a lo mejor de las letras uruguayas narran a partir de sus sueños. La inminencia de un desastre; el palpitar de una duda que desconoce lo conocido; un volcán que estalla por las noches; ladridos que son peces. Amir Hamed con un gabán viejo sobre una camisa brillosa. Marosa con lentes de gato frente a los focos del set. Preguntas como: ¿por qué a veces, al contemplar los árboles, piensas en candelabros?. Toda revolución produce ondas expansivas; sacude, despabila, provoca. Ese ímpetu disruptivo de la revolución surrealista es lo que viene a celebrar, un siglo después, este libro.
Como estos, Editorial Fin de Siglo tiene muchos más, que seguro son ideales para ti.