El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha anunciado un compromiso que choca con los avisos de Naciones Unidas y que contraviene una convención internacional que prohibe el uso de este tipo de armamento, de la que ni Estados Unidos ni Ucrania son parte. Entiende, de hecho, que los países firmantes de dicho tratado «no pueden apoyar formalmente» este paso.
Sin embargo, según Sullivan, estos mismos países sí «entienden» la decisión, ya que «reconocen la diferencia entre el hecho de que Rusia use sus municions de racimo para atacar Ucrania y que Ucrania las use para defenderse».