En el ajetreado mundo actual, donde el tiempo es un recurso limitado y las responsabilidades parecen no dar tregua, el papel de los “dog sitters” cobra cada vez más relevancia. Estos dedicados cuidadores no solo se encargan de alimentar a los perros y sacarlos a pasear, sino que también asumen la importante responsabilidad de velar por su salud y bienestar en todo momento.
Para muchos dueños de mascotas, la vida moderna puede presentar desafíos que dificultan dedicar el tiempo necesario a sus fieles compañeros. Las demandas laborales, los compromisos personales y otros factores pueden hacer que la atención plena a las necesidades de las mascotas sea un desafío.
En medio de este entorno, brilla la responsabilidad y el amor incondicional de aquellos dueños que priorizan el bienestar de sus mascotas. La decisión de recurrir a un “dog sitters” no solo demuestra un compromiso con sus mascotas, sino también un acto de amor y dedicación hacia ellos.
Los “dog sitters” no son simples cuidadores, sino que son guardianes que velan en todo momento por la felicidad de los peludos amigos que les han sido confiados. Su labor va más allá de lo superficial, abarcando la atención médica oportuna y la compañía necesaria para que los perros se sientan amados y protegidos en todo momento.
Así, en un mundo donde el tiempo y las obligaciones acechan constantemente, la figura del “dog sitters” emerge como un aliado indispensable para aquellos dueños que, a pesar de las adversidades, siguen demostrando su compromiso inquebrantable con el cuidado y la felicidad de sus queridas mascotas.
Una de ellas es Alicia Mediza, una “Dog Sistter” con más de 5 años de experiencia cuidando a las mascotas de sus vecinos en el Barrio Pocitos y Punta Carreta de Montevideo. Dentro de sus actividades está pasearlos por las calles, llevarlos al parque y también es niñera. Pero, asegura que no es un trabajo fácil porque requiere una mezcla de responsabilidad y amor.
“Es un trabajo de gran responsabilidad, porque muchas veces las personas ven a sus mascotas como si fueran sus hijos. Por ello, una cuidadora debe tener mucho cuidado en todo momento para que todo funcione bien y amar el laburo en todas sus áreas” resalta Alicia Mediza.
Ella asegura que comenzó como cuidadora hace 10 años cuando su pareja la sumió en el mundo de los animales: “Mi pareja tenía 30 años trabajando como cuidador de perros, luego me invita a trabajar con él; te habló hace 10 años atrás. Lamentablemente, él falleció, pero me heredó el trabajo y lo hago yo sola desde hace 5 años. Es un trabajo que me gusta porque descubrí un gran amor por estos animales” recordó Alicia.
“Mi casa la convertí en un hotel, donde tengo una habitación grande para que los perros puedan estar tranquilos, amueblada, porque a ellos les gusta estar arriba de la cama o el sofá, mi día de trabajo comienza a las 7 de la mañana, los busco, los paseo, les doy de comer, vamos al parque a jugar, finalmente, llego a mi casa a las 20 horas para cuidar a los que se quedan conmigo” detalló la cuidadora.
“Mi trabajo se comenzó a conocer de boca en boca, los vecinos se iban contando entre ellos y también dos veterinarias de la zona recomendaban mi trabajo y hoy cuido alrededor de 17 perros por día. Lo que me deja feliz y tranquila porque mi trabajo está hablando por mí” explicó.
“Como es un tema que requiere mucha responsabilidad, siempre trato de hacerle una pequeña prueba al perro y ver su comportamiento. Lo más importante es que no sea agresivo con los demás para que pueda convivir en paz, sabemos que son animales y son impredecibles, por eso hay que tener mucho cuidado”. “En la actualidad, no uso redes sociales, pero sí se pueden comunicar conmigo 095-147-216, consultado por el ‘Hotel y Paseos Canino’ y con mucho gusto los atiendo y trato de ayudarlos” cerró.