El abogado Rudy Giuliani, el que fuera representante legal del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, se ha declarado en bancarrota tras ser condenado a pagar 148 millones de dólares a dos trabajadoras a las que acusó de amañar los resultados electorales en el estado de Georgia en 2020.
Giuliani ha detallado que tiene deudas de entre 100 y 500 millones de dólares, mientras que cuenta con activos por valor de hasta 10 millones de dólares según ha recogido la cadena estadounidense CNN.
«El proceso no debería sorprenderle a nadie», ha señalado este jueves su asesor político, Ted Goodman, agregando que «nadie podría creer» que Giuliani «sería capaz de pagar una cantidad tan elevada» de dinero tras ser condenado por daños y perjuicios. Las dos demandantes, Ruby Freeman y Shaye Moss, ambas madre e hija, presentaron una demanda contra Giuliani después de que el exalcalde de Nueva York las acusara de amañar los resultados electorales para favorecer al ahora presidente, Joe Biden.
Un jurado popular formado por ocho personas determinó a mediados de diciembre que el abogado tendría que pagar a cada una de las trabajadoras 20 millones por «estrés emocional», así como 75 millones a las dos por «daños punitivos». Asimismo, Freeman debería recibir 16,1 millones en concepto de difamación mientras que Giuliani tendrá que pagar a Moss casi 16,9 millones por lo mismo. Giuliani aseguró que ambas fueron captadas en un vídeo de vigilancia pasando unidades USB para ayudar a Biden a hacer trampas, si bien las demandantes testificaron bajo juramento que en realidad se trataba de un caramelo de menta.