Este incremento afecta directamente las franjas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS), prestaciones sociales y becas de estudio.
Con la nueva BPC, la franja mínima de aportes al IRPF sube de $43.239 a $46.032, lo que implica que quienes perciban haberes mensuales por debajo de este monto no estarán alcanzados por el impuesto. Este límite no incluye las deducciones como Fonasa, aportes jubilatorios y el Fondo de Reconversión Laboral, que pueden elevar el ingreso mínimo imponible para cada trabajador.
En cuanto al IASS, el mínimo no imponible retroactivo al 1° de enero pasó de $49.416 a $52.608, equivalente a 8 BPC mensuales. Las pasividades inferiores a este monto no tributarán este impuesto.
Por otra parte, el ajuste impacta en la jubilación mínima, que equivale a 3,05 BPC. Desde enero, más de 140.000 jubilados pasarán de cobrar $18.840 a $20.057.
El Fondo de Solidaridad, que grava a los egresados de la Universidad de la República, UTU y UTEC a partir del quinto año de graduación, también se modifica. Solo contribuirán quienes perciban ingresos mensuales superiores a 8 BPC ($52.608). Los aportes varían entre ½ y 2 BPC anuales, según los años de duración de la carrera y del egreso.
Asimismo, las becas del Fondo de Solidaridad para estudiantes se ajustaron a $13.152 mensuales (2 BPC), pagándose en un máximo de 10 cuotas para renovaciones y de 8 para quienes las reciben por primera vez.
El criterio adoptado por el Ministerio de Economía y Finanzas para ajustar la BPC por quinto año consecutivo fue la evolución del Índice Medio de Salarios, que se ubicó en 6,47 %.
