El izquierdista Gustavo Petro favorito en elecciones del 29 de mayo en Colombia

El nuevo parlamento no le dará mayoría absoluta a ninguno de los candidatos.

Los candidatos colombianos Íngrid Betancourt, Gustavo Petro y Federico Gutiérrez protagonizaron un acalorado debate, el primero tras las consultas presidenciales del domingo, en el que discutieron sobre diversos temas como la relación con Estados Unidos, salud y agricultura. 

En el debate, organizado por el diario bogotano El Tiempo y la revista Semana, los aspirantes se atacaron por los apoyos que han recibido en la campaña para las elecciones del próximo 29 de mayo, en las que también participarán, entre otros, los exalcaldes de Medellín Sergio Fajardo y de Bucaramanga Rodolfo Hernández.

Uno de los momentos más álgidos de la discusión sucedió cuando Betancourt, candidata del partido Verde Oxígeno, le recriminó a Petro, que ganó la consulta del izquierdista Pacto Histórico con más de 4,4 millones de votos, la elección de Piedad Córdoba como senadora por ese movimiento.

El mes pasado se conoció una declaración ante la Fiscalía de Andrés Vásquez, exasesor de Córdoba, en la que aseguraba que hace unos 15 años la política «habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran». Según esa versión, Córdoba quería darle el mérito de la liberación de secuestrados al entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, para que este la «catapultara» a la Presidencia colombiana. 

«Yo me estremezco porque en sus listas están personajes muy corruptos, sindicados de haber sido tramitadores del secuestro (…) Y ahora, a través de esta alianza con Petro, se gana esta especie de beneplácito para tener un fuero especial y eso es indigno», reprochó Betancourt. Gutiérrez, que consiguió la candidatura del derechista Equipo por Colombia con 2,1 millones de votos, señaló que tras las votaciones del domingo tiene «un pie en segunda vuelta».

«Nos constituimos como una realidad política hoy ya para el país, pero mi llamado para todas aquellas fuerzas que representamos defensa de democracia y libertades es que podemos llegar unidos a la primera vuelta y ganar en primera vuelta», dijo. Más temprano, Gutiérrez había llamado a formar un frente común contra Petro. «Voy a buscar que nos juntemos quienes defendamos democracia y libertades», dijo tras invitar al exgobernador Sergio Fajardo, vencedor en la consulta de la coalición de centro, a derrotar juntos al líder de la izquierda.

El Pacto Histórico, liderado por el candidato a la presidencia Gustavo Petro, que reúne a la izquierda colombiana y a muchos desencantados del Gobierno uribista de Iván Duque, consiguió 17 escaños en el Senado y 25 en la Cámara de Representantes. En la elección el gran perdedor fue el uribista Centro Democrático, hasta ahora la principal fuerza política del país. 

No obstante, la victoria de la izquierda y el centro en el Congreso no es suficiente como para garantizarle «total respaldo» a un eventual presidente de centro, Sergio Fajardo, ni al de la izquierda, Gustavo Petro, como tampoco a Federico Gutiérrez, de la derecha.

«El nuevo Congreso quedó fragmentado», dice a la agencia alemana DW, Ariel Ávila, electo senador por la Alianza Verde, quien saca tres conclusiones de los resultados de las elecciones de este 13 de marzo: «Lo primero es que en la oposición tenemos ahora 36 senadores, contando a los 5 comunes y un escaño indígena. Pero a pesar de ser la bancada opositora más grande que hayamos tenido, es insuficiente para mantener la gobernabilidad de un presidente alternativo».

¿Qué pasó con las fuerzas tradicionales, tan criticadas por casos de corrupción y hasta por títulos de estudio falsificados? «Cayeron, pero no tanto como esperábamos», concede Ávila, reconocido politólogo dedicado a explicar y a seguirle la huella a la corrupción, la criminalidad y a los políticos que la fomentan. Así, prosigue el ecologista electo, «la derecha tampoco va a tener gobernabilidad ilimitada, ya que la oposición logró más del 33 por ciento de los escaños, que era nuestro objetivo». Echadas las cartas, «un eventual Gobierno de Petro (izquierda) o de Gutiérrez (derecha) tendría grandes problemas de gobernabilidad». En resumen, el próximo Congreso de Colombia contará con fuerzas de izquierda fortalecidas y de derecha debilitadas, pero no tanto como para permitirle a cualquier Ejecutivo hacer lo que quiera.

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