El teletrabajo en pandemia «fue un salto cualitativo» dijo la economista Verónica Amarante

En Uruguay sólo un 14 o 15% de los trabajadores teletrabajaron durante la pandemia.

El impacto del teletrabjo y la realidad laboral actual fue analizada por la licencia en Economía, Verónica Amarante, quién es docente grado 5 del Instituto de Economía (IECON) de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Udelar.

En una entrevista publicada en el portal de la Universidad de la República y con motivo del 1 de mayo, Amarante señaló que ahora que se cuenta con información reciente de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del seguimiento del mercado laboral: «se está viendo que en el 2021 hubo una recuperación del empleo», indicó. Agregó que al comienzo de la pandemia en 2020, «el mercado de trabajo se vio brutalmente afectado» e incluso existía «gran incertidumbre de cómo podría ser el día después cuando terminara la emergencia y lo que se está viendo ahora es que hay una recuperación del empleo y eso es una buena noticia», consideró. Si bien aclaró que igualmente todavía hay alrededor de 10.000 desempleados más que en 2019, hay una recuperación del empleo y son mejores noticias de lo que se preveía durante los momentos más difíciles de la pandemia.

En cuanto a las transformaciones en las modalidades de trabajo que se tuvieron que implementar como el teletrabajo, explicó que la ECH en 2020 recogió como resultado importante que «el teletrabajo como modalidad no es muy extendida en Uruguay». En este sentido, ejemplificó que mientras que en los países desarrollados, una proporción importante de trabajadores podían pasar a la modalidad del teletrabajo, sin embargo, en el pico de la pandemia, en Uruguay sólo un 14 o 15% de los trabajadores teletrabajaron. Esto se da porque en nuestro país la constitución del mercado de trabajo es de otro tipo y hay muchos empleos que no pueden pasar al trabajo a distancia, entonces esta modalidad no abarca la generalidad del mercado . Asimismo, el acceso al teletrabajo es muy diferenciado si se mira de acuerdo a los niveles educativos. De todas formas, considera que «igual fue un salto cualitativo porque en pocos meses, esta modalidad se extendió a algunos sectores donde antes no estaba extendida». La investigadora considera que «el pasaje al teletrabajo abrió toda una discusión en los países desarrollados, donde es una alternativa para parte importante de los puestos de trabajo, pero en Uruguay sólo afecta a una parte de nuestro mercado de trabajo por las características de las ocupaciones».

Con respecto a la ley de regularización del teletrabajo, no tiene capacidad de evaluarla en términos jurídicos pero opina que es necesario haber podido generar «una normativa para poder pensar este tema en un tiempo relativamente corto porque es el reflejo de que hay que pensar cómo se regulan las situaciones laborales que van surgiendo en el país o cómo se adaptan la regulaciones». En este sentido, reflexiona que «a partir de la normativa que tenemos hoy, habrá que pensar qué cosas se pueden mejorar, los abogados tendrán muchos más elementos que yo, pero personalmente tengo una valoración positiva del movimiento».

Al referirse a la re adaptación y regreso a la presencialidad sostenida de los trabajadores entiende que hay distintos escenarios y «me parece que en algunos lugares hay un cambio en la forma de trabajar», indicó porque hay algunos lugares y sectores que regresan a la presencialidad plena y otros que vuelven a la presencialidad pero no todo el tiempo y se combina con el teletrabajo, lo que implica también «un cambio importante en la vida de los trabajadores». Sin embargo, hay otros sectores en los que el teletrabajo no es un fenómeno extendido y no impactó en su modalidad de trabajo. Este tiempo «para muchos trabajadores, ha sido un ejercicio de flexibilidad importante: adaptarnos a una forma de trabajo y ahora a otra», indicó.

También hay algunos fenómenos en el mercado de trabajo que se están estudiando que refieren a la caída a la informalidad, que si bien aclaró que sucedió en toda la región, esto continúa en Uruguay. Amarante dijo que «la tasa de informalidad cayó, pero ahora se sigue manteniendo, cuando el mercado se reactivó no tenemos claro -o al menos yo no tengo claro- si tiene que ver con las políticas públicas implementadas y la utilización de esas políticas o con una re configuración del mercado de trabajo. Creo que se abre una pregunta interesante y habrá que intentar comprender mejor lo que está pasando». Asimismo, se refirió a la actual caída de salario real y que ha sido la más importante que han tenido los trabajadores en años y por eso es un indicador importante, asociado directamente con el bienestar de los hogares a seguir de ahora en más. En este sentido, resaltó que «en términos de empleo tenemos buenas noticias, en términos de informalidad hay un signo de interrogación porque no es muy claro lo que está sucediendo, en términos de ingresos tenemos preocupación por la caída de salario real» Por eso es necesario «evaluar cuando se vuelva realmente a operar con las regulaciones del mercado de trabajo y las políticas que teníamos antes de la pandemia que es lo que sucede, por ahora sigue operando el seguro de desempleo adaptado a las condiciones de pandemia», subrayó.

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