El término «epoc» se refiere a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica

Es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

El término «epoc» se refiere a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, una afección respiratoria progresiva que afecta la capacidad de los pulmones para funcionar adecuadamente. Es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, y se caracteriza por una obstrucción del flujo de aire que no es completamente reversible. Esta enfermedad se asocia comúnmente con la exposición prolongada a irritantes respiratorios, siendo el tabaquismo la causa más común.

La EPOC se manifiesta a través de síntomas como la dificultad para respirar, tos crónica, producción de esputo y sibilancias. Estos síntomas suelen empeorar con el tiempo, lo que afecta significativamente la calidad de vida del paciente. La obstrucción del flujo de aire en EPOC se produce debido a la inflamación de las vías respiratorias y el daño a los alveolos, las pequeñas estructuras en los pulmones donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.

El diagnóstico de la EPOC se realiza mediante una combinación de evaluación clínica, historial médico y pruebas funcionales respiratorias, siendo la espirometría la más utilizada. Esta prueba mide la cantidad de aire que una persona puede exhalar y la velocidad a la que lo hace, lo que ayuda a determinar el grado de obstrucción pulmonar.

El principal procedimiento diagnóstico para determinar la existencia de EPOC es la espirometría, una prueba sencilla que debe realizarse en todo paciente fumador, mayor de 40 años, con hábito tabáquico durante cierto tiempo, sobre todo si presenta síntomas respiratorios. Otros candidatos a someterse a pruebas para descartar una EPOC son los pacientes con historia de exposición a productos de degradación de la biomasa -humo de leña o carbón, entre otros-, así como los que presenten riesgo laboral -trabajadores de hostelería o los expuestos a tóxicos inhalados-.

Dentro del Programa para la Atención Integral de EPOC, las pruebas que se realizan a los pacientes comienzan con la espirometría en la que se valoran los volúmenes pulmonares, la difusión de CO mediante pruebas de función respiratoria completas y una gasometría. En el protocolo de valoración inicial se incluye la realización de un TAC de tórax de baja dosis de radiación, prueba incluida dentro del programa de cribado de detección precoz de cáncer de pulmón. Se le practicará también una analítica en la que se valorará el hemograma y la función renal y hepática, entre otros factores.

Se realizará, además, una evaluación nutricional del enfermo, así como un estudio de otras enfermedades que habitualmente aparecen asociadas a la EPOC: patologías cardiovasculares, cáncer de pulmón, diabetes, ansiedad, depresión, osteoporosis y problemas oftalmológicos, circunstancias en las que se derivaría el paciente al especialista correspondiente. Además, se solicita al paciente que cumplimente varios cuestionarios: sobre calidad de vida y sobre ansiedad y depresión, para obtener el máximo de información y lograr una evaluación certera del paciente.

El tratamiento de la EPOC se centra en el alivio de los síntomas, la mejora de la calidad de vida y la prevención de complicaciones. Los broncodilatadores, que relajan los músculos de las vías respiratorias, son una de las principales clases de medicamentos utilizados. También se pueden prescribir corticosteroides para reducir la inflamación y mejorar la función pulmonar. En casos más avanzados, se considera la oxigenoterapia o incluso la cirugía, como la reducción de volumen pulmonar, para aquellos pacientes que no responden a los tratamientos médicos.

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