Diario La R mantuvo una entrevista con uno de los fundadores de ELdeS; Lic. en Comunicación, Fabian Curzio.
Fabián y Martín Curzio, hermanos uruguayos con baja visión, fundaron ELdeS. Lo que comenzó como un deseo personal de Fabián por aprender lengua de señas sin enfrentar las barreras tradicionales, se transformó en una plataforma educativa única en el mundo, que combina inteligencia artificial con inclusión social.
¿Qué es ELdeS?. Es una plataforma educativa que utiliza inteligencia artificial para enseñar lengua de señas o signos (según el país). A través del uso de una cámara web, detecta los movimientos del usuario, corrige errores en tiempo real, y permite practicar no solo señas individuales, sino también la estructura gramatical completa de oraciones.
“Por ejemplo, en lengua oral decimos ‘yo voy a visitar a mi abuela’, pero en señas se expresa como ‘yo, abuela, visitar’. ELdeS detecta ese orden y lo corrige si es necesario”, explica Fabián Curzio, CEO y cofundador.
El desarrollo de ELdeS comenzó en 2020, impulsado por fondos de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII), a través de tres convocatorias consecutivas. Desde entonces, la plataforma ha sido lanzada en Uruguay (2023), Argentina (2024) y recientemente en España (2025), adaptándose a la lengua de señas de cada país, por ende deben a cada que llega a un país adaptar la lengua de señas (es decir crear de cero todo desde el inicio)
“Cada país tiene su propia lengua de señas, su contenido, sus modismos. No es solo traducir, es desarrollar desde cero”, afirma Fabian Curzio. Por eso, ELdeS trabaja en conjunto con organizaciones locales como CINDE en Uruguay, Señas de Comunicación y UTN en Argentina y Fundación ONCE y SIGNAME en España.
La versatilidad de ELdeS ha permitido su implementación tanto en instituciones educativas como en empresas privadas. En Uruguay, la plataforma es utilizada por escuelas públicas, cooperativas, intendencias y universidades. Organizaciones como ANEP, Banco Santander, Creditel, Danone y la Universidad de Montevideo han adquirido licencias para capacitar a su personal y alumnos. Enfatiza que el objetivo es complementar, no reemplazar, la enseñanza tradicional.
Por cada membresía vendida, se dona otra a una institución educativa o social. “Por ejemplo: ANEP compró 500 licencias, nosotros donamos 500 más a escuelas públicas. Es un modelo uno a uno, siempre en nombre de quien la adquiere”, señala el cofundador.
Este enfoque ha permitido un crecimiento exponencial: en su primer año en Uruguay, ELdeS triplicó la cantidad de personas que comenzaron a aprender lengua de señas en comparación con todos los institutos tradicionales juntos.
La motivación detrás de ELdeS es profundamente personal. Fabián y Martín conviven con baja visión desde adolescentes, lo que les ha dado una sensibilidad especial hacia la falta de alguno de los sentidos.. “Sabemos lo que es vivir con un sentido comprometido y por eso queríamos eliminar las barreras que impiden aprender lengua de señas”, relata Fabián.
“Si bien es cierto no son sordos. Habíamos visto un niño pidiendo helado en McDonald’s, un niño sordo, y estaba pasándo lo mal, era simplemente señalando, pero la otra persona no entendía nada. Y dijimos no puede seguir pasando esto”, explica Fabian.
Emprender sin formación específica en tecnología o lengua de señas fue uno de los mayores desafíos. “Soy Licenciado en Comunicación y mi hermano es Arquitecto. Aprendimos todo desde cero”, recuerda. Gracias a un equipo multidisciplinario, lograron crear una tecnología capaz de reconocer señas en tiempo real, emitir retroalimentación inmediata y brindar certificaciones con seguimiento personalizado. “Tras cinco años de trabajo y muchas personas conocidas en el mundo de las startups, sigue convencido de que su hermano ha sido el socio perfecto para el proyecto”, expresa con admiración y cariño Fabian.
En 2025, ELdeS fue premiada en Londres como la mejor edtech inclusiva del mundo. Actualmente, la startup se encuentra en una ronda de inversión para ampliar su equipo y desembarcar en tres nuevos países.
“Como siempre decimos con mi hermano: Uno, que vienen cosas lindas y dos, está en nuestras manos cambiar el mundo” Finaliza, Fabian Curzio.
