Desde hace un tiempo la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) tiene un punto de fricción con la Intendencia de Montevideo (IM), ya que ésta le quiere imponer un impuesto a las empresas que generan grandes cantidades de residuos, como pueden ser los envases, y ellos no están de acuerdo con esta medida, debido a que en estos momentos realizan un proceso interno entre las empresas asociadas a la Cámara que vuelcan este tipo de residuos al espacio público a nivel nacional y no solo departamental.
Ese impuesto la IM lo quiere aplicar debido a la no aprobarse el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el que estaba planificada la adquisición de una maquinaria específica que separa envases o materiales reciclables de la basura. “Esa tasa o precio (como también lo llamaron), serviría para medir lo que le cuesta a la IM recoger esos envases y eventualmente separarlos.
Eso genera un punto complejo para nosotros porque estamos en el proceso de tratar de alinear los astros con las 19 Intendencias del país y con el Ministerio de Ambiente (MA) para llegar al objetivo de recuperar el 50 por ciento de los envases para 2025 y un 35 para el 2023, cosa que es un desafío mayúsculo porque requiere primero de las familias.
Es decir, que haya una educación hacia los niños en la escuela pública y que la gente separa en sus domicilios los que es la basura que no tiene utilidad de la que se puede reciclar como el cartón, el vidrio, la hoja lata o el plástico”, manifestó a Diario La R el presidente de la CIU, Alfredo Antía.
Según dijo, el Plan que llevan adelante tiene una inversión muy importante con un elemento central que es el Sistema de Depósito Reembolso. Este funciona de la siguiente manera: cuando se va a comprar una botella de agua, la misma va tener un valor agregado de tres o cuatro pesos más que se va a devolver en el momento que se lleve la botella vacía al bar, supermercado o comercio.
“Eso genera una atracción o valorización positiva y un concepto de que tenemos que cuidar el ambiente. Empezamos por ese tipo de envases con 9.000 puntos en todo el territorio nacional para darle una fuerza y una impronta que haga un cambio cultural en la vida de las familias uruguayas.
Entendemos que eso es un beneficio enorme para las Intendencias, particularmente para la de Montevideo, porque se reduciría muchísimo el volumen de basura que levanta la IM. Habría menos basura en las calles, menos contenedores desbordados, menos relleno sanitario, menos camiones en circulación ya que la gente se acostumbraría a recuperar los envases”, señaló.
Desde la CIU son escépticos porque tratan de validar un mecanismo por el que se pueda determinar qué proporción le corresponde a cada empresa y eso es muy difícil de medir. “Fíjate que nosotros tenemos 2.300 empresas adherentes al Plan actual, que lo queremos sustituir por el nuevo y habría un impuesto o una tasa imponible a todas esas empresas. Está bravo de sostener. Lo mismo harían en el resto de los departamentos. Sería muy complicado”, puntualizó.
“Creo que acá hay una confusión de parte de la IM. La Ley 17.849 del año 2004 y su decreto reglamentario del 2007, establece la obligación de recuperar los envases a todas las empresas que estén por arriba del límite mínimo. Todo eso ha funcionado muy mal hasta el día de hoy. La recuperación es menos del cinco por ciento de lo que se vierte. Estamos presentes solo en seis departamentos.
La nueva norma nos obliga a trabajar en todo el país y (a intentar esa recuperación para el 2025 y 2023). Entonces, ¿quiénes son los que vierten? Todos. Obviamente que uno piensa en el vertido y piensa más en las botellas, en las cajas, cartón, en lo que es más visible, pero para todos los envases (hay que tener) firmado un acuerdo en conjunto para hacer este proyecto de recuperación y en eso trabajamos. Por eso vemos como un obstáculo este planteo que nos hace la IM”, comentó.
La CIU quiere hacer algo que sirva para todos los departamentos y no solo para Montevideo, que es lo que quiere la IM con dicho impuesto. Lo que quieren es que el envase nunca se tire y que la gente vuelva al lugar donde lo compró y le devuelvan esos tres o cuatro pesos que pagó de más. Después, eso se va transformar en una nueva botella, caja de cartón, lata y si Dios quiere en una botella de vidrio, en la medida que se recupere la producción de vidrio nacional. Con eso se genera una atracción y una corriente a favor de entender que estos tienen un valor y hay que cuidarlos.
LA CLAVE:
“La visión de la Cámara es darle forma a esta propuesta conseguir el apoyo económico de las empresas para su cumplimiento, desarrollar el sistema que abarque los 19 departamentos del país y que cumpla con las metas ambientales. Nosotros entendemos que con esto nos comprometemos como empresas en el desarrollo sostenible del país, no solo para la producción sino también para el consumo sostenible. Generamos un beneficio a las 19 Intendencias porque van a manejar seguramente mucha menos basura y va haber menos suciedad en las calles del Uruguay”
Alfredo Antía – Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU)
