El país que inauguró en 1964 los GOLPES DE ESTADO que asolaron nuestra América y que trajeron casi dos décadas de dictaduras, con miles de desaparecidos y presos políticos, hoy nuevamente es víctima de un desesperado intento de la derecha bolsonarista de negar lo que las urnas decidieron: Lula Presidente de Brasil.
Las turbas de militantes de Bolsonaro, que no aceptan la voluntad mayoritaria del pueblo brasilero intentaron cortar el funcionamiento del gobierno y llamar a una intervención militar.
En una coordinada acción invadieron el Palacio Presidencial, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil.
Atacaron los tres poderes del estado.
Atacaron la esencia de la democracia: las tres bases de la República, el gobierno, las voces del pueblo en el Congreso y la Justicia en la Corte Suprema.
No fueron fortuitos ni espontáneos los lugares, ni la forma que se hizo. Fue una planificada acción que buscaba el apoyo, que felizmente no se dio de las Fuerzas Armadas.
Pero hoy Brasil y América son otros.
Los sables que otrora cercenaron las bases de la democracia y la convivencia hoy son parte de nuestras Repúblicas y han hecho oídos sordos a estas orquestadas manifestaciones.
El Presidente Lula, decretó inmediatamente la intervención federal del área de Brasilia y nombre como Interventor general de la misma a Ricardo Capelli Secretario del Ministerio de Justicia, hasta el 31 de enero.
Mano firme del gobierno frente a la derecha golpista que sin duda detendrá este desesperado intento de voltear la voluntad popular.
Mano firme que se basa en los instrumentos democráticos que la República tiene para defenderse de los ataques de quienes buscan un golpe de estado en Brasil.
No tenemos duda de que las fuerzas democráticas prevalecerán, de que este intento de inicio de un golpe de estado correrá la misma suerte de otros intentos golpistas que ocurrieron en nuestra América y que felizmente hoy ya no tienen andamiento.
Las democracias se han abierto paso en nuestra América a fuerza de la lucha y la sangre de miles de compañeros que derribaron las dictaduras hace años con una mezcla de sacrificio, tenacidad y principios republicanos que enorgullecieron a nuestro continente.
Las grandes alamedas que se abrieron en nuestra América dieron paso a nuevas generaciones de gobiernos democráticos fuertes que borraron como lo hace hoy el del PRESIDENTE LULA los intentos de quienes buscan volver a un pasado dictatorial en nuestro continente que los pueblos latinoamericanos haremos lo imposible para que nunca más existan.
La defensa de la democracia en nuestra América no es un tema de banderías políticas sino el deber y el derecho de todos los latinoamericanos, que hoy levantamos el puño en defensa del gobierno del Presidente Lula y que lo haremos contra todos quienes amenacen la libertad y la democracia en nuestro continente.
Lula es presidente por la voluntad del pueblo brasilero y concluirá su mandato con el apoyo de toda América.
Néstor Molina
Juan Carlos Blanco
Grupo R Multimedio