El pasado sábado, sobre las 19 horas, se despertó la incertidumbre, el desconcierto y el terror en la ciudad capital, y es que Montevideo Shopping fue desalojado por las autoridades debido a una amenaza de bomba que finalmente no pasaría a mayores.
Pero esta situación insólita no terminaría ahí, ya que al día siguiente, el mismo centro comercial sería notificado y evacuado nuevamente por la misma causa, y como ya había pasado horas atrás, la amenaza fue descartada. Pero un rato más tarde, a las 16:45 del domingo, ingresó una nueva denuncia al Centro de Comando Unificado 911, pero esta vez las alarmas se encendieron en el Punta Carretas Shopping. Al parecer, la amenaza de bomba ahora atacaba esas instalaciones, pero hora y media después la situación estaba controlada.
En todos los casos, los bomberos especializados asistieron al lugar para realizar la inspección; en “forma coordinada” con el personal del establecimiento y la policía se trabajó en la evacuación, se inspeccionó y no se encontró artefacto explosivo alguno, permitiendo el reingreso del público.
En un comunicado, la Dirección Nacional de Bomberos recuerda que las amenazas “están sancionadas por la ley” y que el caso está en manos del fiscal de 15.º Turno, Raúl Iglesias. Asimismo, los investigadores procuran dar con las personas que hicieron las llamadas y conocer sus motivaciones.
Varios medios informaron que las dos amenazas a Montevideo Shopping se efectuaron desde un mismo número telefónico, que es diferente al usado en el caso del Punta Carretas. Además, se informó que la línea usada para las dos amenazas al centro comercial de Pocitos se empleó varios días antes para formular una amenaza contra el sanatorio Galicia del Círculo Católico, edificio sito sobre la avenida Millán y que fuera antes el sanatorio de la desaparecida mutualista Casa de Galicia. Este último hecho no ameritó evacuaciones y no había trascendido a los medios.
Hay gente muy fanatizada en la oposición