Como una nueva tarjeta de presentación turística de la región del Delta del rio Yangtsé, la ciudad no solo ha reproducido los hornos de ladrillo de Yixing de la Dinastía Song, los cuales jugaron un papel crucial en la ruta comercial de la seda; sino que también ha interpretado de forma innovadora la cultura de la cerámica de arcilla púrpura, con un legado de 2.000 años y la cultura del gran poeta Su Dongpo, quien vinculó la cerámica con la poesía, incluyendo sus versos grabados en instalaciones o la cerámicas del pueblo.
Dentro de sus atracciones, podemos disfrutar de sesiones de alfarería guiadas por maestros Zisha, donde los turistas moldean su propia tetera; al igual que asistir a rituales de té en jardines de bambú o divertirse con espectáculos de luces que narran leyendas locales durante la noche, fusionando tecnología y tradición.
