El origen de la hamburguesa es incierto, no se le puede atribuir a un solo lograr ni a una sola persona. Son dos las teorías que más fuerza toman en cuanto a esto. La primera, cuenta que la antecesora de la hamburguesa apareció por primera vez en los puertos de Hamburgo, vendedores ambulantes tenían un producto que constaba de carne picada de cerdo entre 2 panes tostados, todo bañado en una salsa de caldo de cerdo, a esto se le conocía como “Rundstuck warm”.
Lo preparaban como una opción rápida, nutritiva y conveniente a la hora de comer. Pasaron los años, y las mismas comenzaron a aparecer en puertos estadounidenses, ya que, trabajadores alemanes llevaron dicho plato para esperar a sus compatriotas con algo fácilmente reconocible para ellos, para que así no se sienta tanto la distancia con su tierra.
Los estadounidenses tomaron la receta cambiando la carne de cerdo por carne de vaca y de a poco se fue dando toda la evolución de la misma.
La otra teoría habla de Fletcher Davies, quien en una feria mundial en Saint Louis en el año 1904 comenzó a vender discos de carne picada entre dos panes tostados, siendo ésta la primera data de una hamburguesa vendida. Sin embargo, él llegó a declarar que vendía esos mismos sándwiches desde 1880 en su cafetería.
¿Cómo se popularizó?
En 1921 se abrió la primera cadena de hamburguesas “White Castle”, sin embargo, fue de la mano de McDonald’s, a finales de los años 40, que se comenzó a gestar el fenómeno global que es hoy la comida rápida. En un principio no era tal cual lo conocemos, pero a finales de 1948, se cambió el menú para poder ofrecerle a los clientes una más pequeña selección de hamburguesas, con tiempos de espera mucho más cortos. Ese mismo año abrieron las puertas al resto del mundo inaugurando su primera sucursal fuera de Estados Unidos, dando paso así a la globalización del producto.
¿Lechuga, tomate, mayonesa y kétchup?
Hacemos alusión a la evolución de la hamburguesa, de cómo pasó de ser una comida de cumpleaños, a lo que es hoy el boom de las hamburguesas gourmet.
Recién en el año 1995 fueron introducidas al mercado las hamburguesas super congeladas, que desde entonces han sido la comida predilecta en todos los cumpleaños infantiles del Uruguay. Si bien no podemos comparar en cuanto a sabor una hamburguesa casera con una super congelada, estas últimas ganan por goleada en cuanto a practicidad y precio.
Fue en 2014 que las primeras hamburgueserías comenzaron a aparecer en Montevideo, rompiendo con que la hamburguesa era una comida rápida. Desde ahí, se comenzaron a implementar diferentes mezclas de carne, ingredientes y sabores más complejos. La popularización del producto trajo también consigo la innovación y gracias a su gran versatilidad a la hora de preparar, animó a la gente a probar diferentes métodos para lograr así resultados que varían el producto final. Podemos tomar de ejemplo la popularidad que recientemente tomaron las “smash burgers” por encima de las hamburguesas tradicionales. Una smash burger tiene como diferencia que a la misma se la aplasta fuertemente contra la plancha al momento de preparar, de ahí la palabra “smash” que quiere decir “aplastar”. Esto da como resultado una carne más fina de lo común y con bordes casi que crocantes debido a la costra que se genera por el calor. Al momento de elegir toppings y pan también vemos una corriente que apunta a lo gourmet, siendo así cada vez más populares los panes de papa y de queso. Y toppings cada vez más elaborados, alejándonos del sabor ya conocido de los aderezos de siempre, buscando innovar con técnicas para así poder volver a enamorar paladares versionando un clásico atemporal como lo es la hamburguesa.
Esta corriente intenta sacar al uruguayo de la cadena de comida rápida y de la comida congelada, dándole una opción que es tan tradicional como innovadora, el sabor a comida casera.
