Una buena hidratación consiste en tomar suficientes líquidos para reponer el agua que el cuerpo pierde a lo largo del día; es fundamental para mantener la salud y el buen funcionamiento corporal. Dos tercios de nuestro cuerpo están compuestos por agua y es esencial mantener ese nivel de hidratación.
Es importante beber suficiente agua cada día porque aporta nutrientes a las células, mantiene lubricadas las articulaciones, ayuda a que los órganos funcionen correctamente, previene infecciones y regula la temperatura corporal; también nos ayuda a dormir mejor, a pensar mejor y a mejorar nuestro estado de ánimo. Un mal consumo de líquidos puede ocasionar enfermedades más allá de la deshidratación, como infecciones urinarias, cálculos renales, problemas digestivos, fatiga, entre otros.
Se recomienda que las mujeres beban alrededor de 11 vasos de agua al día y los hombres, 16; no es necesario que todo sea agua pura, ya que puedes darle sabor con naranja, lima, limón o pepino. En el caso del café y el té sin crema ni azúcar, también funcionan; solo asegúrate de no intentar hidratarte con alcohol o bebidas que contengan altos grados de azúcar.
A pesar de que en ese siglo parece que no es aceptable que muchas zonas vivan sin agua potable, cerca de 1.000 niños mueren todos los días a causa de enfermedades diarreicas asociadas con agua contaminada, saneamiento deficiente o malas prácticas de higiene.
Esto se está convirtiendo en un problema para la salud pública mundial; es por eso que los gobiernos, en colaboración con organizaciones internacionales, necesitan comenzar a impulsar el desarrollo de métodos innovadores y económicos que permitan avanzar en el acceso universal y evitar enfermedades que en su mayoría tienen un alto grado de prevención.