En un acto junto al presidente Lacalle y actual presidente pro tempore de Mercosur, Luis Lacalle Pou, ambos celebraron el logro que busca abrir un mercado de más de 700 millones de consumidores y derribar barreras comerciales.
«No sólo es una oportunidad económica, es también una necesidad política», expresó Von der Leyen durante la conferencia, en la que destacó que este pacto permitirá ahorros anuales de 4.000 millones de euros en aranceles para las empresas europeas. Según la mandataria, este avance no solo refleja un cambio comercial, sino que también simboliza un nuevo puente de cooperación entre ambas regiones.
Luis Lacalle Pou, por su parte, destacó la trascendencia del acuerdo para superar décadas de desencuentros y relaciones marcadas por la desconfianza. «Esto es mucho más que un pacto comercial», afirmó, en alusión a las oportunidades económicas y políticas que se abren para los países de la región.
El acuerdo, sin embargo, aún enfrenta desafíos significativos. Dentro de la UE, Francia ha expresado su rechazo al pacto en su estado actual. El presidente francés, Emmanuel Macron, lo calificó de «inaceptable» debido a preocupaciones sobre salvaguardas medioambientales y cláusulas espejo para proteger a los agricultores europeos. A pesar de estas tensiones, la Comisión Europea busca sortear el bloqueo dividiendo el Tratado para que su componente comercial sea aprobado por mayoría cualificada en el Consejo Europeo, dejando el resto del acuerdo sujeto a ratificación parlamentaria y estatal.
Este anuncio en Montevideo representa un avance tras el principio de acuerdo alcanzado en 2019, que se vio frenado por demandas más estrictas en temas ambientales. El actual marco incluye una declaración complementaria para abordar estas preocupaciones, en un intento por equilibrar los intereses de ambas partes.
En base a información de Europa Press