En un emocionante acto la Universidad de la República entregó al ex rector Refael Guarga el título de doctor Honoris causa. En la ceremonia varios referentes destacaron el valor de su trabajo por la integración regional de las universidades, su defensa de la educación pública como bien social y derecho humano y su preocupación constante «por los temas del desarrollo y su dimensión tecnológica».
En el acto, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, afirmó que presidir la ceremonia en homenaje a Guarga «es un orgullo intransferible que atesoraré como parte de los actos más gratos que me toca encabezar como rector». «Guarga es un actor clave de la vida universitaria», indicó, «fue protagonista en los difíciles y turbulentos años sesenta», fue parte de la resistencia en el exilio y en la post dictadura integró la generación que protagonizó «la reconstrucción institucional de nuestra Universidad golpeada por el autoritarismo». En ese escenario fue «un jugador primordial» del Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental (IMFIA), luego como decano de la Facultad de Ingeniería y como rector de la Udelar entre 1998 y 2006.
Guarga «encabezó a la Universidad en tiempos duros y le permitió atravesarlos mejorando e innovando pese a la restricción de recursos y pese a un ambiente externo no siempre propicio», indicó Arim. «Su preocupación por la Universidad es constante, tal es así que cuando la Universidad discutía su presupuesto para el período 2020-2024, el ex rector nos acercó una propuesta para juntar empresas innovadoras que hablaran de la importancia de la Universidad en su propia existencia», como un aporte para hacer visible el valor social de la Udelar. Por tantas razones «estamos hoy haciendo un acto de justicia y explicitando un merecido reconocimiento», agregó, y agradeció a Guarga por «hacerle el honor a la Universidad de aceptar este reconocimiento».
Se destacó de Guarga alguna de las innovaciones realizadas desde el diseño y la construcción de un innovador horno de vidrio a mediados de los años 70 -durante la intervención de la Udelar por la dictadura-, hasta el Sumidero Invertido Selectivo (SIS) para el control de heladas en cultivos que realizó durante su exilio en México, así como el desarrollo y la consolidación del Instituto de Mecánica de Fluidos e Ingeniería Ambiental (IMFIA) de la Facultad de Ingeniería a su regreso al país.
Durante su doble Rectorado se destaca la incorporación del Instituto de Educación Física a la Udelar y los avances para la creación de las Facultades de Artes, de Enfermería y de Información y Comunicación. También se avanzó en la diversificación de ofertas de grado y la unificación de criterios para el crecimiento de las actividades de posgrado.
Luego de recibir el título Honoris Causa , Guarga se declaró emocionado; agradeció a la Udelar y a todos quienes lo acompañaron «en este largo camino» que comenzó cuando ingresó a la Facultad de Ingeniería en 1959.
Recordó la etapa de la dictadura y la intervención de la Udelar, cuando fue destituido junto a cientos de docentes y funcionarios universitarios. En ese momento tuvo la suerte de conseguir trabajo en la Cooperativa de Artesanos del Vidrio (Codarvi), donde fue «bien recibido por el colectivo de trabajadores, legítimamente interesado en mejorar la calidad de su producción». En 1976 se vio obligado a asilarse en la Embajada de México en Uruguay al igual que otros ciudadanos perseguidos por la dictadura, para luego emigrar hacia ese país. Guarga recordó al embajador Vicente Muñiz Arroyo, «un ser humano admirable a quien cientos de uruguayos le debemos la libertad y en muchos casos la vida».