Los hongos no son ni animales ni vegetales, pertenecen a su propio reino, el reino Fungi, el cual contempla las levaduras, mohos y todos los tipos de setas. Hoy se conocen más de 100.000 especies distintas.
Dentro de toda la cantidad de especies que se conocen hoy en día, encontramos diferentes tipos de hongos con diferentes efectos en el ser humano, por consiguiente, hay que saber diferenciarlos para poder consumirlos ya que no todos son comestibles, algunos son venenosos y pueden ser hasta mortales.
No por ello hay que tenerle miedo al cosechar hongos silvestres para comer o utilizar en preparaciones, solo hay que saber diferenciarlos. El hongo de pino (Lactarius deliciosus), el hongo de eucalipto (Gymnopilus junionus) y el porcini criollo (Boletus edulis) son algunos de los hongos comestibles más buscados en el territorio oriental.
Los hongos comestibles están presentes en más cosas de las que uno supone. Pueden ser hongos frescos para poder cocinar y realizar preparaciones como una salsa caruso, un risotto o en escabeche. Podemos encontrarlo en moho, como por ejemplo en el queso azul, que se modifica el hongo con el cual se cuaja la leche para así darle su sabor y aroma característico durante la maduración del queso. Y el último, pero también el más usado es la levadura comercial, ya sea fresca como seca. La levadura es un hongo que se alimenta de los carbohidratos de la masa y produce dióxido de carbono, haciendo así que la masa se expanda.
Aunque no solamente por su valor gastronómico se despertó tanto interés en los hongos últimamente, también tienen un enfoque medicinal. Prácticas que tienen más de 3000 años, sobre todo en el continente asiático, y que de a poco, va tomando más fuerza en territorio uruguayo.
Los hongos medicinales o también conocidos como hongos adaptógenos, son hongos que ayudan al cuerpo a adaptarse y lidiar así en mejor manera con el estrés físico, mental y ambiental. Hay diferentes tipos de adaptógeno con diferentes tipos de efecto sobre el cuerpo, algunos potencian la actividad física, otros la actividad mental y otros ayudan a lograr un descanso óptimo.
Existen diferentes métodos y formas para poder consumir estos hongos y gozar así de sus beneficios, se pueden comer frescos en caso de conseguirlos, en extractos, en polvo o incluso en cápsulas. Siendo las últimas 3, las más accesibles en el Uruguay.
En Uruguay tenemos fácil acceso a diferentes tipos de hongos adaptógenos con diferentes efectos, por ejemplo, melena de león (Hericium erinaceus), hongo típico de la medicina China, tiene propiedades antidepresivas, ansiolíticas y favorece a la memoria y a la concentración. Al cordyceps militaris, también utilizado en la medicina China y conocido como “el tesoro del Tíbet”, tiene un efecto energizante en el cuerpo y ayuda a mejorar el rendimiento físico. Por último, podemos encontrar el hongo reishi (Ganoderma lucidum) el cual ayuda a normalizar los ciclos de sueño para tener un buen descanso, es antiinflamatorio y fortalece el sistema inmunológico.
Los hongos adaptogenos han sido parte de la medicina tradicional asiática desde hace más de 3000 años. No por casualidad es que se han vuelto tan populares en occidente, complementando los tratamientos de la medicina de vanguardia. Cabe aclarar que no hace falta enfermar, o padecer alguna dolencia para comenzar a gozar de los beneficios de los hongos adaptogenos, solamente el querer mejorar tus aptitudes físicas y mentales para afrontar el día a día.
