En línea con lo que muestra el Índice Líder del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) (ILC), el Índice de Difusión (ID) en enero fue 60 por ciento, lo que indica que más de la mitad de las variables que integran el Índice crecieron en el último mes del año. El ID considera la proporción de variables del ILC con tasas positivas.
La evolución de indicadores sectoriales arrojó estos datos en el último relevamiento: las exportaciones de bienes el año pasado marcaron un récord absoluto, el sector agropecuario fue el gran motor; el nuevo año comienza con una sequía profunda y un tipo de cambio real históricamente bajo; la temporada de verano muestra buenos registros, la primera sin restricciones sanitarias; la producción industrial creció en noviembre (desestacionalizado) y es menor a un año atrás; y la construcción sigue firme tanto en obras grandes como en viviendas.
Además, la recaudación en la Dirección General Impositiva (DGI) por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) cayó en noviembre (desestacionalizado) y es similar a igual mes de 2021; el consumo de energía eléctrica cayó en noviembre (desestacionalizado) en industria y en residencias; las ventas de gasoil y de nafta cayeron en diciembre contra noviembre, desestacionalizado; el movimiento de ómnibus en Tres Cruces cayó en diciembre, desestacionalizado, contra noviembre; la venta de boletos en zona metropolitana fue mayor en diciembre que en noviembre, desestacionalizado; y el movimiento en rutas (por peajes) creció en diciembre contra noviembre, desestacionalizado.
La economía uruguaya cerró el año con un crecimiento del orden de cinco por ciento según el consenso entre estimaciones privadas, lo que da continuidad al crecimiento de 2021 que fue 4,4 por ciento. La alta tasa de 2022 se debe al resultado del primer semestre. En el segundo semestre se aprecia, en base tanto a estadísticas oficiales como a indicadores de adelanto, un estancamiento de la actividad, lo que se manifiesta en las últimas mediciones del ILC. El 2023 comienza con una señal positiva de la actividad, con una temporada turística que mostró registros buenos, significativamente mejores que las dos temporadas de verano anteriores, afectadas por la emergencia sanitaria.
La producción de Uruguay logró una recuperación firme después de la recesión iniciada en 2019 y la brusca caída por la pandemia de 2020. El ILC ha sido efectivo para anticipar los cambios de ciclo, así como la salida de aquella caída con un aumento de actividad de cuatro meses seguidos (julio a octubre 2020). Luego, registró oscilaciones entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, y comenzó una nueva fase alcista a partir de abril de crecimiento sólido. Los últimos datos del 2022 dieron una señal de posible enfriamiento de la actividad, pero el ILC de enero cortó la racha negativa.
El ILC es un indicador adelantado del nivel de actividad, que se utiliza para predecir cambios en el ciclo económico; no permite realizar proyecciones cuantitativas sobre los niveles de la actividad económica, sino que está diseñado para dar señales sobre el signo de la evolución de actividad económica general.
+datos:
El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) procesa una amplia base de datos económicos y extrae para su Índice Líder aquellas variables que, por su comportamiento, permiten anticipar la tendencia del Producto Bruto Interno (PBI). Para ello, incorpora variables de sectores relevantes para la actividad: agropecuario, industrial, comercio y servicios, energía, transporte, financiero y laboral.
