El caso salió a la luz el viernes por la noche, cuando la joven acudió al hospital de Tala solicitando atención médica y relató que había dejado el cuerpo de la bebé dentro de un ropero en su domicilio. Ante esta confesión, efectivos policiales se dirigieron a la vivienda y, con la autorización de una familiar, inspeccionaron el lugar, constatando la presencia del cuerpo.
Según información proporcionada por la Jefatura de Canelones, la bebé pesaba aproximadamente tres kilos, estaba envuelta en el saco amniótico y oculta dentro de dos bolsas plásticas en el ropero.
La fiscal de Pando, Dra. Primicieri, tomó conocimiento del caso y ordenó una serie de actuaciones, entre ellas, el traslado de Policía Científica al lugar para realizar pericias y el envío del cuerpo al Hospital Pereira Rossell para exámenes iniciales. Posteriormente, será derivado a la Morgue de Pando para la autopsia correspondiente.
Por el momento, la joven permanece internada en el Hospital Pereira Rossell. Fuentes policiales indicaron que vivía con su abuela de 88 años y no registraba antecedentes.