Sin embargo, el pacto deberá ser ratificado en una reunión posterior del Gobierno, prevista para esta tarde.
El órgano, que incluye al primer ministro Benjamin Netanyahu y otros ministros clave como Israel Katz, Gideon Saar, Yariv Levin, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, recomendó al Ejecutivo dar luz verde al acuerdo. Según un comunicado de la oficina de Netanyahu en redes sociales, el pacto respalda los objetivos de la guerra tras analizar «todos los aspectos diplomáticos, de seguridad y humanitarios».
Ministros como Smotrich y Ben Gvir, destacados por sus posturas ultranacionalistas, habían manifestado previamente su rechazo al acuerdo. Ben Gvir incluso amenazó con abandonar la coalición gobernante si se aprobaba. Por su parte, Amichai Chikli, ministro de Asuntos de la Diáspora, advirtió el jueves que podría dimitir por su desacuerdo con el pacto.
El presidente Isaac Herzog calificó el avance como «un paso vital» para cumplir compromisos con la ciudadanía, aunque reconoció que el proceso traerá «momentos dolorosos y angustiosos».
Un pacto en tres fases
El acuerdo fue mediado por Estados Unidos y Qatar tras meses de negociaciones indirectas. La primera fase, que durará 42 días, contempla el cese de hostilidades, el repliegue de las tropas israelíes y el intercambio de 33 rehenes por presos palestinos. Posteriormente, se implementará ayuda humanitaria en la devastada Franja de Gaza, permitiendo la entrada de suministros y la reparación de centros de salud.
La ofensiva israelí comenzó tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejaron más de 1.200 muertos y 250 secuestrados. Desde entonces, han fallecido cerca de 46.800 palestinos en Gaza y más de 850 personas en Cisjordania y Jerusalén Este, según datos de las autoridades gazatíes.
