El exmandatario de 89 años está fuera de peligro, aunque atraviesa una situación de debilidad.
Los problemas de salud de Mujica se deben al tratamiento que ha seguido en los últimos meses contra un cáncer de esófago, lo que ha afectado su capacidad de alimentación. Desde hace varios meses, su dieta consiste en líquidos y comidas blandas, como sopas, caldos o puré. Allegados al expresidente informaron que este tratamiento lo ha debilitado considerablemente desde fines de abril.
Por su parte, su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky, indicó que el objetivo es que Mujica pueda volver a alimentarse como lo hacía antes del tratamiento.