La democracia china y sus matices

La sociedad china ha naturalizado el concepto democracia ajustado a su forma de gobierno socialista.

En el año 5 a.C., la ciudad de Atenas de Grecia, rodeada de autocracias y oligarquías, experimentó una nueva forma de gobierno. En lugar de elección de representantes para gobernar en nombre del pueblo, “el pueblo” por sí mismo, se ocupaba de las cuestiones de gobierno y de la práctica política. Así surgió la democracia ateniense. Esta forma de gobierno se internacionalizó, y actualmente es sostenida como estandarte a la hora de hablar de las naciones “justas”.

Más allá del “poder del pueblo”, como el más acertado significado de la palabra democracia, cada país lo ha interpretado a su conveniencia, unos de manera sincera y otros no tanto. La palabra democracia sangra ante elecciones, imposiciones de poder e interpretaciones cada vez más erróneas.

Miles de años después, la democracia se ha convertido en “a lo que quieren aspirar las formas de gobierno”, y muchos la han adaptado a sus rutinas estatales, intentando no salirse de la delgada línea que define su concepto. Buscando establecer esa línea, podemos decir que la democracia no es la autocracia o la dictadura, donde una persona gobierna; y no es la oligarquía, donde lo hace un pequeño segmento de la sociedad.

La democracia hecha en China

A pesar de que los antiguos pensadores chinos sostenían que el pueblo era cimiento del Estado, e instalaban el trono a servicios del pueblo, el señor Ma Lixun introdujo el concepto de “democracy” a China en 1822. Luego, en el año 1908, los caracteres 民主 (democracia) empezaron a utilizarse, cuando YAN Huiqing junto con otros 16 señores sacaron a la luz el gran diccionario inglés chino.

Posteriormente, QIAN Zhixiu y otros intelectuales, emplearon el término nuevo en sus artículos. Al inicio, era entendido como sinónimo de la república, y pocas personas lo tenían claro, incluso en tiempo de Revolución. En 1912, año inicial de la República China, el concepto de la democracia comienza a tener peso.

En una sociedad socialista, el poder del Estado pertenece al pueblo. Las masas gestionan el Estado, la economía, y gozan de una amplia gama de derechos y libertades políticas, económicas, culturales y educativas. Los derechos y libertades funcionan sobre la base de las garantías constitucionales, jurídicas y materiales.

Entonces, los cimientos de la democracia socialista en China, están en el poder del pueblo sobre los principales medios de producción (propiedad pública). El programa de intercambio que propició el Centro Internacional de Prensa en China, nos dio la oportunidad de intercambiar en varias ocasiones con Chiang Fuliang, Decano de la Facultad de Estudios Hispánicos y Portugueses, en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. El profesor, con varios años de experiencia, nos contó sobre el tema:

“El partido político proletario llevó a las masas a derrocar a las clases explotadoras e instaurar la dictadura del proletariado. Desde su nacimiento, el Partido Comunista de China concibió la construcción de un país democrático, universal y auténtico. El líder de la nación, Mao Zedong, planteó la teoría de la nueva democracia, señalando que el país carecía de independencia y autonomía, y sin ellas iba mal.”

Según el concepto bien comprendido, la democracia incluso no se podría interpretar como “las leyes de la mayoría”, si eso quiere decir que los derechos de las minorías son ignorados por completo. La democracia, al menos en teoría, es el gobierno en nombre de todo el pueblo, de acuerdo con su “voluntad”.

La opinión internacional, mayormente, se inmiscuye en el modelo chino de gobierno, por la atipicidad electoral, donde de manera escalonada se proponen y eligen candidatos, hasta llegar a la Asamblea Nacional. El profesor Fuliang sigue comentándonos:

“El gobierno y el partido, aseguran que las masas disfruten de los resultados  del desarrollo y que se enfoquen en el trabajo y la innovación como iniciativa para alcanzar la prosperidad común. El Partido Comunista de China sostiene que hay varias formas de ejercer la democracia, la clave de la democracia reside en si el pueblo es realmente el dueño país”.

Justo como sostengo al inicio, cada país ha interpretado el concepto de una forma diferente. La democracia en China, aunque dista de los modelos occidentales, se fundamenta en un sistema político que ha logrado avances significativos en términos de desarrollo y bienestar social. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, el país ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes, enfocado en la estabilidad, la unidad nacional y el progreso colectivo. En lugar de un sistema multipartidista, China promueve una democracia consultiva, en la que diferentes sectores de la sociedad, incluyendo trabajadores, empresarios y académicos, participan en el proceso de toma de decisiones.

 

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