La ciudad de Beijing nos invita a recorrer sus calles llenas de cultura y brinda un espacio para que expositores internacionales, como es el caso de Bruno Sfeir, artista uruguayo, reconocido por su trabajo en la pintura y su exploración de temas relacionados con la identidad, la migración y la mezcla de culturas; den a conocer sus expresiones artísticas y enriquezcan el acervo cultural.
La exposición La Forma de lo Invisible, organizada por la Embajada de Uruguay en China, la Embajada de la República del Líbano en China y el Centro de Arte Uruguayo, se llevó a cabo en la Galería Nuevo Milenio, dirigida por el Sr. Zhang Siyong, del 22 de febrero al 10 de marzo del presente año. Las pinturas exhibidas permanecerán en Beijing, donde el galerista se encargará de su presentación en diversos espacios.
Bruno Sfeir: Un viaje artístico entre culturas y la identidad
Nacido un 11 de agosto de 1970 en San José de Mayo, Uruguay, Bruno Sfeir es un artista cuya obra está profundamente influenciada por su herencia libanesa, ya que sus abuelos emigraron del Líbano a Uruguay. Esta conexión con el Líbano ha sido una parte importante de su vida y su arte, y ha llevado a Sfeir a explorar su identidad y las complejidades de ser un migrante en un mundo globalizado.
Su trabajo está marcado por una fuerte conexión con las tradiciones culturales y artísticas de América Latina, a su vez, se nutre de influencias del arte árabe, islámico y las estructuras geométricas. Su estilo se caracteriza por una fusión de lo figurativo y lo abstracto, con una fuerte carga simbólica y emocional. En sus pinturas, utiliza el color, la forma y la textura para comunicar temas complejos relacionados con la existencia humana, la espiritualidad y la historia.
Formado en Montevideo y Bruselas, a lo largo de su carrera, ha participado en numerosas exposiciones en París, Madrid y Beijing, entre otras ciudades. Su obra se considera una importante contribución a la escena del arte contemporáneo latinoamericano donde sus creaciones a menudo abordan temas de “resistencia invisible” y la búsqueda de una identidad propia dentro de un contexto global.
La Forma de lo invisible
Con un profundo agradecimiento hacia las autoridades de la República Popular de China, por su hospitalidad y la oportunidad brindada de compartir su obra en este país, así como al Coordinador Principal del Espacio de Arte Uruguayo y Curador de la exposición, el Sr. Zhang Siyong, al Embajador de Uruguay en China, el Sr. Fernando Lugris, su equipo y sobre todo al Sr. Gonzalo Castillo, Agregado Cultural “cuya dedicación ha sido clave para la protección y difusión de mi trabajo en distintas regiones de China”; Bruno Sfeir comenzaba su discurso en la inauguración de la exposición. Por otra parte, brindó un agradecimiento especial a la Embajadora del Líbano la Sra. Milia Jabbour por su invaluable apoyo.
“Su exposición no solo ofrece un festín visual lleno de exotismo, sino que también es una declaración cultural de América del Sur. Como miembro importante de la pintura contemporánea uruguaya, la creación de Sfeir está profundamente enraizada en la ‘coexistencia de contradicciones’ propia del arte latinoamericano. El totemismo primitivo y las cicatrices de la colonización, las características autóctonas y la identidad migrante, el misticismo y la descomposición racional, el surrealismo y la realidad social se entrelazan aquí”.
Para Sfeir, exponer en Beijing, ha sido ser partícipe dentro de una de las ciudades más antiguas y dinámicas del mundo, describiéndolo como una “experiencia profundamente gratificante”. Esperando que su obra encuentre un eco en esta ciudad y se vuelva un gran motivo por el cual regresar y “profundizar en su influencia sobre el lenguaje artístico”.
Bruno Sfeir: Un viaje artístico
En entrevista con Diario La R, Bruno Sfeir nos invita a adentrarnos en su mundo creativo, compartiendo su visión sobre el arte como un acto meditativo y su proceso de exploración personal a través de la pintura. Con una conexión profunda con sus raíces libanesas y uruguayas, Sfeir ha logrado forjar un estilo único que fusiona lo figurativo con lo abstracto, buscando siempre transmitir un equilibrio y una armonía visual en sus obras.
“Vivo el arte como una experiencia introspectiva que me permite traducir y estructurar, a través del lenguaje visual, las sensaciones y percepciones que emergen de la conciencia y dialogan con el mundo sensible”, explica. Para Sfeir, su labor consiste en seleccionar y plasmar sobre el papel o el lienzo toda la información que va surgiendo, dotándola de un sentido estético; describiéndolo como un proceso “pausado y gradual” que con el tiempo se materializa en dibujos y pinturas.
Con un trabajo “difícil de encasillar” Sfeir comparte que su relación con el arte es “fluida, como un río, y cualquier intento de definirla resultaría limitado”, identificando que su esencia radica en la experiencia misma. Con maestros provenientes del Taller Torres García, el artista decidió ir por otra dirección, “si bien en mi pintura hay una inclinación hacia la geometrización, no se inscribe dentro del constructivismo. También se perciben elementos del surrealismo, pero, aunque el subconsciente juega un papel en mi proceso creativo, mi lenguaje visual no responde estrictamente al automatismo psíquico, fundamento de muchos pintores surrealistas”.
Consultado por la conexión con sus raíces, explica que “Uruguay está presente tanto en la formación artística como en la temática de mis obras recientes, que retratan escenas del campo uruguayo. Sin embargo, el clima que impregna mis pinturas surge de experiencias vividas en el Líbano y el Golfo Pérsico”; lugares donde desarrolló una percepción más profunda y sutil de la realidad, “una visión en la que lo real no se limita a lo racional, sino que abarca la imaginación creadora y otros aspectos no lógicos”.
Como afirmó el pintor Marc Chagall “el arte es, sobre todo, un estado del alma”, Sfeir comparte que su pintura invita a la contemplación y conduce al espectador a un espacio que “trasciende lo evidente”. “Una dimensión donde la mente, al no encontrar respuestas lógicas inmediatas, puede sentirse incómoda”, sin embargo, si el observador mantiene una actitud receptiva y atenta, “su mirada iniciará un viaje íntimo y personal de percepción, elaborando significados propios”.
Para el artista, el arte es un “lenguaje elevado de comunicación”, lo que permite ser captado de una manera más profunda al contener un elemento unificador que no está evidente en la superficie, pero resuena en la sensibilidad de cada uno. “Mi obra sugiere, insinúa y deja espacio para la interpretación”; generando un gran interés para Sfeir, observar cómo resuena en el contexto cultural de Beijing.
Las obras de Bruno Sfeir han sido bien recibidas en Medio Oriente y en el Golfo Pérsico, lo que le ha permitido exponer con frecuencia en la región, por lo cual, estará presente en Abu Dabi en el mes de mayo y remarca que “el objetivo es continuar mostrando mi trabajo en lugares donde despierte un interés genuino, fomentando un diálogo cultural enriquecedor en ambas direcciones”.