Daniel Sturla, arzobispo de la ciudad, participó en esta jornada de la celebración tradicional del Domingo de Ramos, en la Plaza Zabala, sitio fundamental del Montevideo colonial y donde está el monumento al fundador de la ciudad.
La procesión se trasladó hasta la Catedral Metropolitana donde llevó adelante la eucaristía que conmemora la llegada de Jesús a Jerusalén. «Sabemos que en este camino que hoy iniciamos, nos espera pasar por el juicio, por la condena, por la Pasión, por la muerte del Señor», expresó.
En un transcurso de la homilía, Sturla se refirió a la humildad y entrega de Jesús: «Todos queremos figurar, que nos tengan en cuenta, ser hijo de, tener un título. Jesús que era el Hijo de Dios se hizo nada, llegando hasta la muerte y muerte de cruz; la peor de las muertes que existía en la época», dijo.