De acuerdo con la BBC de Londres, Akshata nació y vivió su infancia en la India.
Proveniente de una familia de origen humilde, Murty estuvo bajo el cuidado de sus abuelos paternos los primeros años de su vida mientras sus padres avanzaban en sus carreras.
«Recuerdo aquellos primeros días después de tu nacimiento. Tu madre y yo éramos jóvenes, y luchábamos por sacar adelante nuestras carreras profesionales.
Dos meses después de que nacieras, en Hubballi, te trajimos con nosotros a Mumbai, pero pronto descubrimos que resultaba muy difícil criar a una hija y gestionar una carrera laboral. Decidimos que pasarías los primeros años de tu vida con tus abuelos, en Hubballi», reza una carta de su padre Murthy a Akshata contenida en una recopilación elaborada por la periodista Sudha Menon en el libro ‘Legacy. Letters From Eminent Parents to their Daughters’. Fue así que su padre, Narayana Murthy [quien prefiere usar el apellido con h], fundó Infosys, una empresa de servicios de telecomunicaciones que lo convirtió en una de las personas más ricas de su país y luego del planeta. Es conocido como el Bill Gates de la India.
Akshata estudió Economía en Claremont McKenna College en California; sin embargo, también es amante de la moda y obtuvo un diploma en una facultad especializada en este rubro para después trabajar Deloitte y Unilever.
Sunak y su esposa, apunta la BBC, se conocieron en la Universidad de Stanford mientras Akshata cursaba la maestría en administración de empresas. Actualmente, el matrimonio tiene dos hijas. La pareja es copropietaria de Catamaran Ventures UK, una firma de capital de riesgo que invierte en start ups; sin embargo, Akshata tiene participaciones en al menos seis empresas más que, de acuerdo con el diario El País, se dejaron alrededor de 14 millones de euros de dividendos… y solo pagó 36.000 en impuestos debido a que su domicilio fiscal estaba en el extranjero.
Ante las críticas, la mujer aceptó que su domicilio fiscal debía ser Londres y pagó su deuda fiscal.
Murty, señala el medio español, posee una fortuna de 800 millones de euros, una cifra que duplica la que tiene el mismo Príncipe Carlos III.