La osteoporosis, una enfermedad crónica

Se caracteriza por la disminución de la densidad ósea.

A menudo se le denomina la «enfermedad silenciosa» porque no presenta síntomas hasta que ocurre una fractura. Esta condición es especialmente prevalente en mujeres postmenopáusicas, aunque también puede afectar a hombres y personas de otras edades.

Etiología y Factores de Riesgo

La osteoporosis puede ser primaria o secundaria. La osteoporosis primaria es más común y se relaciona con el envejecimiento y los cambios hormonales, especialmente la disminución de estrógenos en mujeres tras la menopausia. Los factores de riesgo incluyen: 1. Genéticos: Antecedentes familiares de fracturas o osteoporosis. 2. Hormonales: Niveles bajos de hormonas sexuales. 3. Nutricionales: Deficiencia de calcio y vitamina D. 4. Estilo de vida: Sedentarismo, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol. 5. Medicamentos: Uso prolongado de corticosteroides y ciertos anticonvulsivos.

Diagnóstico

El diagnóstico de osteoporosis se realiza a través de la densitometría ósea, que mide la densidad mineral ósea (DMO). Un resultado de T-score de -2.5 o menor indica osteoporosis. Además, se pueden realizar análisis de sangre y orina para evaluar factores que contribuyen a la pérdida ósea, así como estudios de imagen para identificar fracturas.

Síntomas

Como se mencionó, la osteoporosis es asintomática hasta que se producen fracturas. Las fracturas más comunes ocurren en la columna vertebral, la muñeca y la cadera. Las fracturas vertebrales pueden causar dolor agudo, pérdida de altura y deformidades como la cifosis (curvatura de la columna).

Prevención

La prevención de la osteoporosis comienza en la juventud y se puede lograr a través de: 1. Dieta adecuada :Asegurarse de consumir suficientes cantidades de calcio y vitamina D. 2. Ejercicio: Actividades de peso y resistencia, como caminar, correr y levantar pesas, ayudan a fortalecer los huesos. 3. Estilo de vida saludable: Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.

Tratamiento

El tratamiento de la osteoporosis incluye cambios en el estilo de vida, suplementos de calcio y vitamina D, y medicamentos. Los medicamentos anti osteoporóticos, como los bisfosfonatos, moduladores selectivos del receptor de estrógeno (SERMs), y el denosumab, ayudan a reducir el riesgo de fracturas. En algunos casos, se pueden considerar tratamientos hormonales.

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