De a poco se van develando las dudas acerca de qué es la reforma educativa que el gobierno viene imponiendo a capa y espada contra todas las opiniones de los actores que tienen que ver con lo educativo.
En los últimos días se han conocido los nuevos programas para la Educación Básica y para las carreras de Formación en Educación, nuevas propuestas para el pasaje de grado para los nuevos programas e inclusive modificaciones a esta altura del año del pasaje de grado del año que estamos terminando. Todo un par de días antes que se reunirán las Asambleas Técnico Docentes que deberían considerar esos documentos. Estos son los últimos documentos que restaban presentar para ver los cambios efectivamente propuestos.
Los cambios en materia de educación han sido bastante estudiados y alguna pista ofrecen los estudios respecto a qué cosas al menos ya se sabe que no funcionan.
Las formas
La administración continúa una práctica que no parece muy saludable que es que 48hs o 72hs antes de una Asamblea Técnico Docente publicar los documentos que esas instancias deben considerar. En el caso de los documentos que tienen que ver con los cambios en la formación en educación estos ni siquiera fueron considerados por el Consejo. Este procedimiento no ofrece tiempos para considerar adecuadamente qué es lo que se propone cambiar. Esta situación no es un episodio aislado sino que fue la misma que se produjo cuando se presentó el Marco Curricular Nacional a comienzos de este año.
Esta forma se suma a la no participación de actores que tienen que ver con lo educativo como estudiantes, docentes y familias, entre otros, que dan cuenta de la soledad del gobierno en los cambios y de que la consulta es meramente formal para cumplir con la norma que establece que así se debe proceder.
Muchos de los nuevos programas no se sabe ni siquiera quién los elaboró, quien y sobre qué bases o evidencias propuso los cambios algo que es de orden en los cambios curriculares.
Los tiempos
Otro aspecto relevante en los cambios en la educación son los tiempos que permiten apropiarse y construir esos cambios. En Uruguay, cada gobierno que asumió tenía un acumulado de los gobiernos anteriores sobre los cuales se apoyaba para impulsar la impronta propia. Esto hablaba de las políticas educativas como políticas de luces largas, que miraban el mediano plazo. La actual administración optó por considerar las políticas educativas como políticas del gobierno y por lo tanto los tiempos no son los de la educación sino los de la política entendida de forma electoral.
Esta parece ser la única razón para la implementación de los cambios para marzo de 2023 y de forma bastante vertical y con visos de autoritarismo.
La implementación de los cambios es si o si para marzo de 2023 y esto tiene que ver con la necesidad de mostrar que algo cambió, no hay posibilidades de que se muestren mejoras en varios aspectos que son relevantes para nuestros gurises, ni las situaciones que eran previas a la pandemia, ni las nuevas que la misma produjo.
Es muy difícil que cambios que se hacen en solitario y contra la opinión de diversos actores efectivamente ingresen al aula.
Los cambios
Este proceso de reforma es además un tanto vidrioso, apela constantemente a cambiar de nombre a cosas que ya existían, no es que se vayan a construir los 136 liceos modelos, sino que se cambia el nombre de aquellas instituciones de educación media que ya eran liceos de tiempo completo y extendido o centros educativos asociados en el caso de Utu que ya venían funcionando.
Sucede lo mismo con 1ero, 2do y 3ro de ciclo básico que ahora se llamará 7mo, 8vo y 9no y se cursará en liceos y escuelas técnicas con los mismos docentes.
Los cambios en los programas traen algunas cuestiones que claramente significan un retroceso en la construcción de una sociedad más libre e igualitaria, el tratamiento de la historia reciente con una mirada muy sesgada políticamente, o lo que sucederá con educación sexual claramente son cambios negativos.
La del estribo: cambio de último momento en las reglas del juego.
Junto a estos documentos aparecen cambios de último momento en el pasaje de grado y cierre del año. Los estudiantes, las familias y los docentes se enteraron la semana pasada de varios cambios en esta materia. A tres semanas de terminar las clases y luego del trabajo en todo el año se cambian las notas de promoción y se dejan de contar las faltas. Más allá de lo que se pueda pensar sobre estas medidas claramente no son acciones para comunicar a fin de año. Es más, hay dos resoluciones en pocos días que tienen que ver con este tema que se contradicen entre ellas. Claramente no parece la mejor forma de terminar el año más allá de la preocupación por las estadísticas.
Parafraseando al Profesor Martín Pasturino es un conjunto de cambios que tienen una restricción presupuestal, una restricción temporal y una restricción política que comprometen de forma importante su viabilidad y legitimidad.