La Rendición de Cuentas de las migajas anunciadas como banquete

Recordemos que todos los años el poder ejecutivo envía al Parlamento la Rendición de Cuentas de lo ejecutado el año anterior y las posibles correcciones del gasto público que se planifica al comienzo de cada período. El Parlamento puede distribuir los dineros que se disponen, pero no puede aumentar el gasto. En estos dos meses que vienen se definen estas asignaciones para el año próximo.

La rendición de cuentas entró al parlamento y contiene una serie de consideraciones y propuestas que es importante comentar.

El gobierno entiende que la situación del país ha mejorado sustantivamente, en crecimiento económico, en empleos, en la recuperación pos pandemia. Lo anuncia como un conjunto de logros en la exposición de motivos. 

Para demostrar esto trae, según el caso, estadísticas de variados temas pero lo hace comparando con la pandemia y no con la situación anterior del país. Solo así es posible anunciar que se crearon miles de empleos, bajó la pobreza en general y la pobreza infantil y otras maravillas que se anuncian a tambor batiente.

Si la comparación fuera con años anteriores la situación sería catastrófica, todavía tenemos más pobres que en 2019, tenemos más niñas y niños pobres y por lo tanto no habría nada que festejar.

Sucede lo mismo con los impuestos, se informa que se cumplió con la promesa de no aumentarlos y al mismo tiempo se informa que hay más de 100 millones de dólares que provienen del cambio en la forma de cálculo del IRPF, el impuesto covid, entre otras acciones que hicieron que la ciudadanía pagara más impuestos.

Lo único en que el gobierno no puede hacerse el distraído es en la inflación, que es el impuesto silencioso que pagan las grandes mayorías, allí reconocen que no van a poder cumplir con lo propuesto y seguiremos con una inflación más alta.

La rendición también trae algunas modificaciones legales que poco parecen tener que ver con los asuntos presupuestales como por ejemplo la derogación de la Ley de medios. En un nuevo ejemplo de usar los mecanismos parlamentarios desvirtuando el sentido con el que fueron creados como se hizo con la ley de urgente consideración.

Los ahorros que parecen recortes.

Recordemos que en 2020 el gobierno no ejecutó 300 millones de dólares por encima de la meta de ahorro que ya era feroz.

En 2021 la rendición nos informa que la situación de no ejecutar o recortar permanece y lo hace con foco en algunos lugares del estado que la realidad no parece indicar. No parece ser el mejor momento ahorrar en infancia, educación o salud, sin embargo, es parte de la información que está a consideración del parlamento.

Vale aclarar que nos vamos a enfocar en estas áreas y no en el resto que también presentan ahorros.

En un momento en que las infancias y las adolescencias están en situaciones muy complejas por la pandemia, la pobreza, entre otros factores, en el Inau hay más de 35 millones de dólares de no ejecución. 

Esto es difícil de explicar, más cuando el propio gobierno anunció el año pasado unos 50 millones de dólares especialmente para revertir la situación en que estaba la primera infancia. 

En el caso de la educación la situación no es muy diferente, la Anep dejó de ejecutar el año pasado más de 20 millones de dólares y si miramos el tamaño del recorte acumulado son más de 100 o 130 millones según como se calcule. Bastante lejos de aquellos dichos de las autoridades que mientras lo hacían le decían a la ciudadanía que no lo estaban haciendo.

En el caso de la Universidad lo que plantea la rendición de cuentas es que siga perdiendo presupuesto, le asigna 0 peso. Desde el 2019 lleva perdidos más de 30 millones de dólares.

Esta propuesta viene a continuación de dos años de pandemia que han afectado mucho a nuestros gurises y de una serie de políticas que los ponen en peores condiciones de vida, no parece ser el camino más acertado seguir insistiendo con ahorrar en las infancias.

Las grandes preguntas

En una primera lectura de la Rendición de Cuentas no queda claro que se hizo con los 50 millones de dólares que se anunciaron el año pasado para primera infancia. No aparecen los recursos que estaban destinados a Inau y a la Anep y sólo encontramos alguna referencia en las transferencias a través del Mides.

Algo similar sucede con el fideicomiso para los asentamientos, anunciado con bombos y platillos, y que parece que no se ha ejecutado un peso.

Es una rendición bastante mala para la educación y las infancias, el recorte es evidente a pesar del relato del gobierno. En próximas columnas analizaremos las partidas que se prevean y el tímido comienzo de la recuperación del salario perdido. En estos meses el parlamento tiene la palabra.

Pablo Caggiani

Maestro, directivo de Ineed y exconsejero del CEIP

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