La escuela especial es el camino a la inclusión, sin ella es imposible llevarla adelante. Los niños con discapacidad pasan por ella, algunos logran estar solamente en ella y con ella muchos logran ir a la educación común. La escuela especial es una mina de conocimientos prácticos para trabajar con niños con discapacidad, se ha planteado muchas veces como » centro de recursos» pero trasciende a ello. En ella los docentes desde la experiencia cotidiana aprendimos y aprendemos a diario, no sólo con cursos, a trabajar con todo tipo de niños, con autismos, con síndromes, con diversos trastornos, con discapacidades físicas, con problemas graves de aprendizaje, con altas capacidades. En ella buscamos incluso formar para la vida con talleres preocupacionales. Hemos construido y construimos didáctica y pedagogía desde la realidad, el estudio, el amor, el dolor y la vida. Los maestros de apoyo salen de nuestras escuelas especiales, los que pueden dar los cursos salen de nuestras escuelas especiales.
La propuesta de eliminar las escuelas especiales por ser un «paradigma obsoleto» es improvisación y la unificación excluyente de los niños. Hay gurises que no pueden estar en escuelas comunes, que no pueden estar todo el horario, y no lo dicen «los maestros y directores» como lo dice la señora Ripoll, lo dicen los médicos. El autismo tiene un espectro muy amplio y la discapacidad no se reduce a una experiencia personal.
Ante el absurdo la propuesta debería ser reforzar las escuelas especiales, crear más escuelas en los departamentos, crear más aulas hospitalarias, crear más cargos de aula y de apoyo, presupuestar más cursos (pero no cursos virtuales, cursos por discapacidad y prácticos), concursos anuales en el área de especial, presupuesto para la creación de materiales didácticos para llevar a las escuelas comunes, mejorar los espacios, financiar los talleres y ampliarlos, valorar y brindar contención psicológica a los profesionales. Es necesario que los estudiantes de magisterio realicen parte de la práctica docente en las escuelas especiales, los futuros maestros y profesores deberían vivir al menos un mes la experiencia de la práctica en escuelas especiales como lo hacen en las escuelas rurales.
Cuando el desconocimiento y la irracionalidad quieren vencer siempre hay una maestra y un maestro en la escuela, y en la escuela especial somos muchas y muchos para dar luz en medio de la oscuridad.
Los niños especiales necesitan y merecen ser atendidos por maestros especializados.
Las autoridades deben aprender a aceptar sus propias ignoran
cías y limitaciones.
La buena educación necesita y merece el mayor respeto.
La educación especial necesita y merece el.mayor respeto para niños, docentes y padres.
Aquellos que no respetan a la infancia pretenden masificarlos con los niños comunes.
Los maestros cada día están peor preparados. En la mayoría de los casos. El mundo avanza a pasos agigantados.
Estimado colega:
Voy a hacer referencia al Protágoras uno de los principales diálogos de Platón:
«Dime, Hipócrates, ahora intentas ir hacia Protágoras, y pagarle
dinero como sueldo por cuidar de ti. ¿Qué idea tienes de a quién vas a
ir, o de quién vas a hacerte? Por ejemplo, si pensaras ir junto a tu
homónimo Hipócrates, el de Cos, de los Asclepíadas, y pagar dinero
como sueldo por ocuparse de ti, si alguno te preguntara: «¿Dime, vas a
pagarle, Hipócrates, a Hipócrates en condición de qué?»
-Le diría que como a médico.
-¿Para hacerte qué?
-Médico, dijo.
-Y si pensaras llegarte a casa de Policleto, el de Argos, o de Fidias el
ateniense y darles un pago por tu persona, si uno te preguntara: «¿Al
pagar este dinero, qué idea tienes de lo que son Policleto y Fidias?»
¿qué responderías?
Diría que escultores.
Así pues, ¿qué te harías tú mismo?
-Evidentemente, escultor.»
¿A qué voy con esto? Que para tener conocimientos de medicina se consulta un médico, para tener conocimientos de escultura a u escultor, de pintura a un pintor, para construir una casa un arquitecto, u puente avin ingeniero. Sin de educación todos se creen con derecho a opinar, sin haber estado jamás enfrente de un aula, ni haber estudiado nunca pedagogía.
Pasando a la doxa:» Zapatero a tus Zapatos»
Un saludo desde el sur.