Una muestra de María Beloso será inaugurada este 18 de mayo. La misma será en el Foyer del Teatro de la Casa de la Cultura, espacio cultural que se localiza en Rafael Pérez del Puerto y Román Guerra de Maldonado, y la exhibición permanecerá hasta el viernes 10 de junio. Se podrá visitar de lunes a viernes, entre las 10 y las 17 horas, y estará conformada por una selección de dibujos de la mencionada artista plástica.
Sus obras han sido adquiridas por coleccionistas de Francia, Argentina, Estados Unidos, Holanda, Dinamarca, Paraguay y Venezuela, así como también por los expresidentes Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle, al igual que el contador Enrique Iglesias.
María Beloso se inicia en el mundo de las artes plásticas como autodidacta creando objetos artesanales con hueso y en su búsqueda de texturas, formas y colores, la pintura se abre paso en su vida. Quizás sin proponérselo su vida discurre entre la cercanía al mar y los muros con historia, y ellos van pautando los diferentes períodos de su pintura. Comienza a exponer en 1977 y conoce el éxito fuera de fronteras; realizó muestras en Venezuela y conjuntamente con el gran Maestro de ese País, Don Pedro Blanco, divulga su obra en Nueva York y Brasil.
Tuvo como profesores en Uruguay a Daniel de los Santos, Ruth Colman Amaro y Jorge Satut además hizo cursos de especialización de teoría de Color en Brasil, y más tarde, al pintor argentino Elgud Samud y al Rector de la Facultad de Artes Plásticas “Mogi Das Cruces” en San Pablo. Ejerció la docencia en institutos de enseñanza estatales y privados, pero su inquietud también la llevó a incursionar en la cinematografía donde se destaca su labor como Directora de Arte en la película “La historia casi verdadera de Pepita la Pistolera” (1992), elogiada y galardonada en varios festivales de cine de América y Europa.-
En su trabajo, desentrañar ciudades históricas es una constante, y puntos altos lo constituyen sus pinturas de Colonia del Sacramento (Uruguay), La Guaira (Venezuela) y Para Ti (Rio de Janeiro – Brasil), Areguá y Luque (Paraguay) en las que se destacan efectos muy logrados en luces y sombras y una muy poco común exaltación de la arquitectura.
Vivió por mucho tiempo en Valizas, dónde pobladores y océano se vuelven poesía en sus lienzos mostrando una naturaleza plena e incontaminada junto a cielos de una pureza indescriptible.
En “Eireté”, su casa, siete espantapájaros vestidos de blanco y hechos con elementos del lugar (paja brava, totora y marcela) se vinculan y dan forma a una leyenda en la que se habla de siete hombrecillos de paja que custodian su pincel, para que en formas y colores, den vida a “Eireté” y Valizas. Realiza varias exposiciones representando el país, en eventos medioambientales que muestran el lugar en que vive como ambiente protegido y reserva de biosfera, y mantiene también una exposición permanente en “Eireté”.