El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dicho este jueves que si depende de él, la expresidenta Dilma Rousseff presidiría el Nuevo Banco de Desarrollo, el bloque formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS).
«Si depende mí, ella lo sería. Dilma es una figura extraordinaria, es una mujer extraordinaria, una persona digna, muy respetada», ha puesto en valor el presidente Lula, quien ha añadido que el Partido de los Trabajadores (PT) «adora» a Rousseff.
«Ella es muy querida por la militancia del PT y es muy competente técnicamente. Si ella fuera presidenta del Banco de los BRICS sería maravilloso para los BRICS y para Brasil», se ha deshecho en elogios el presidente brasileño en CNN.
Rousseff ha sido uno de los rostros más reconocibles de todos los actos que se celebraron tras el triunfo en las urnas de Lula, llegando incluso a ser ovacionada en las tomas de posesión de los nuevos ministros a las que acudió. Después de varios años de ostracismo y baja popularidad por su juicio político en 2016.
Que Rousseff presida los BRICS viene tomando fuerza en las últimas semanas tras especularse que podría ser nombrada embajadora en Portugal o Argentina. Con el visto bueno ya del resto del bloque, su designación se entiende en Brasil como un reconocimiento después de su abrupta salida de la Presidencia, con algunos antiguos rivales reconociendo haberse equivocado al votar a favor del ‘impeachment’.
En relación al mandato de Rousseff, Lula ha asegurado que si el juez del Tribunal Supremo Gilmar Mendes no hubiera impedido que fuera nombrado ministro de Casa Civil, la expresidenta no hubiera sido cesada.
«Creo que faltó conversación, que no hubo paciencia», ha reprochado a quienes pusieron en marcha aquel proceso.