Con el «enorme placer» de ser segunda generación de magos, Ariel Tabares, afirmó en entrevista con Grupo R Multimedio, que su vida siempre estuvo rodeada de palomas, conejos, cartas y baúles con «ropas extrañas». Acostumbrado a ese ambiente desde que nació y desde muy temprana edad, tomó la decisión de continuar con esa línea, de la mano de la marca Mago Ariel iniciada en 1946 por su padre (Ariel Tabares Acosta).
A los 12 su padre le permitió hacer su propio número dentro de uno de sus espectáculos, donde lo presentó como el Mago Ariel Junior. A los 15 años se presentó en un casting de un programa de Canal 4 llamado «Completísimo» y desde entonces no dejó de realizar shows.
Con el correr de los años se volvió un referente de la magia en Uruguay y sumó varios premios nacionales e internacionales.
Este año Ariel Junior celebra 50 años de carrera y lo hace en grande, con el lanzamiento de su libro Magia registrada escrito por Claudio «Cacho» Rivoira, donde encontraremos la historia de su trayectoria acompañada de fotografías, con una lectura que no utiliza lo técnico para volverse apta a todo público. A su vez en estas vacaciones de julio (a celebrarse del 5 al 16), presentará el show familiar Magiko, a las 15 horas en el Teatro del Notariado. El mismo estará dividido en 5 estaciones representando cada década de su trabajo. Las entradas se podrán obtener en redtickets.uy y en boletería del teatro. Además organiza, desde hace dos décadas, el encuentro internacional FestiMagia: un encuentro de ilusionismo que permite que el público uruguayo tome contacto con magos de distintas geografías.
Invitando a su Show recordó a las personas que «se dejen engañar, se diviertan y la pasen bien».
El lado personal de los 50 años
50 años, en una época donde la innovación avanza a pasos agigantados, es un largo trayecto que no termina nunca, pero pese a las nuevas ideas, hay algo que cada artista no puede dejar atrás nunca y es el trabajo de los maestros. Al ser un amante de la magia, siempre está actualizándose y estudiando, pero considera que la magia tiene una época dorada que no se olvida.
Nos explicó que hay juegos de magia rápidos, otros más largos o complejos, algunos son muy visuales, musicales o participativos. Siguiendo esa línea manifestó que en lo personal no le gusta, tanto como para realizarlos como para verlos, los juegos de escape, de riesgos y bizarros.
«La magia es un arte tan maravilloso y rico que siempre hay que buscarle la parte linda, la que deja un mensaje, que ilusiona tanto a niños como a adultos», se justificó.
Dentro de un público tan diverso y en una práctica que sabemos tiene un truco detrás, nos cuenta que todo el tiempo le sucede encontrar expectantes que quieran agarrarlo en su engaño. En ese sentido clasifica al público en dos, el que va a divertirse y el que va a descubrir, pero se cuestiona el porqué de estos últimos, debido a que esa misma gente es la que en en las películas se deja engañar; el inicio del mundo cinematográfico se remonta a 1895, tomando como referencia los hermanos Auguste y Louis Lumière, siendo Auguste un ilusionista, pero «sin embargo a esta rama no la cuestionan de igual forma».
Finalizando con la entrevista, recordó que «aunque Uruguay es un país pequeño, se pueden hacer cosas, pero siempre y cuando se tomen en serio y se le ponga pasión».
