Mahía: “Si el FA es gobierno, en educación el objetivo es generar un acuerdo nacional»

Desde Diario La R dialogamos con el senador José Carlos Mahía, destacado político uruguayo, nacido el 8 de agosto de 1966 en Las Piedras, Canelones. Proveniente de una familia de inmigrantes gallegos y vascos, ha estado profundamente involucrado en la política desde joven. Su trayectoria comenzó en el Frente Amplio, pasando por diversas agrupaciones como la Lista 99 y el Movimiento 20 de Mayo, hasta integrarse a Asamblea Uruguay en 1994, poco después de su fundación por Danilo Astori.

A los 28 años, Mahía se convirtió en el diputado más joven de la legislatura en 1995 y ha sido reelecto en seis períodos consecutivos, un récord que comparte con el independiente Iván Posada. Su carrera refleja un compromiso constante con los valores socialdemócratas y una activa participación en la política uruguaya.

El legislador, docente e integrante del Frente Amplio, encabezará la lista 95 al Senado junto a la senadora Liliam Kechichian y el senador Mario Bergara. Mahia quien históricamente se ha identificado con el Astorismo y el Seregnísimo confía en que el Frente Amplio alcanzará las mayorías parlamentarias para poder desarrollar a pleno el programa de su partido.

– ¿Cómo definiría la producción legislativa de este período?

– Ha sido notoriamente deficiente, tanto en calidad como en cantidad. Este fenómeno puede atribuirse a una razón central: el gobierno de la coalición de derecha estuvo preparado para ganar las elecciones, pero no para ejercer el poder de manera efectiva. Esta falta de preparación se tradujo en la creación de acuerdos frágiles. En lugar de fomentar un proceso legislativo robusto y deliberativo, el enfoque del gobierno se centró en la aprobación de mega leyes, como la Ley de Urgente Consideración (LUC) y las Rendiciones de Cuentas. Esta estrategia limitó el tiempo dedicado al debate y a la participación de diferentes actores políticos y sociales, lo que resultó en un proceso legislativo apresurado y poco reflexivo.

Como consecuencia, las leyes resultantes carecen de la fortaleza necesaria para enfrentar los desafíos que se presentan. La escasa búsqueda de acuerdos y la falta de diálogo entre diferentes sectores se han traducido en normativas que no logran abordar adecuadamente las necesidades y preocupaciones de la ciudadanía. Esta situación pone de manifiesto la importancia de un proceso legislativo más inclusivo, que permita una verdadera discusión democrática y garantice la calidad de las leyes que rigen la vida en sociedad.

– ¿Cómo ve la campaña?

Estamos viviendo un proceso de transformación en las campañas políticas, marcado por la era digital. Esta campaña se presenta como atípica y diferente a las anteriores, y es fundamental comprender las razones detrás de este cambio. La comunicación política ya no se basa exclusivamente en los métodos tradicionales. Hoy en día, los candidatos tienen la oportunidad de acercarse a la gente de manera más directa y auténtica, aprovechando las plataformas digitales para interactuar en tiempo real. Esto permite construir relaciones más sólidas y escuchar activamente las necesidades del electorado.

Es crucial saber aprovechar las fortalezas de esta nueva forma de comunicación. Las redes sociales y otros medios digitales no solo facilitan la difusión de mensajes, sino que también hacen que los candidatos sean más accesibles y respondan rápidamente a las inquietudes de los votantes. Estamos en un momento único en la política donde la transformación digital redefine cómo se llevan a cabo las campañas.

– ¿Cómo son los acuerdos electorales rumbo al 27 de octubre?

– De cara a octubre vamos con  la lista 95, encabezada por Mario Bergara, Lilian Kechickian y quien te habla. Esta lista se destaca por su conexión con la trayectoria de Danilo Astori y el legado del Seregnismo, lo que define una forma de ver el país y el Frente Amplio. Desde el punto de vista electoral, se realizó un acuerdo fundamental con el Movimiento de Participación Popular y la lista 609. Este acuerdo busca promover la gobernabilidad hacia un futuro gobierno del Frente Amplio y abarca siete departamentos, donde en algunos se vota por la lista 95 y en otros por la 609.

Considero que este acuerdo refleja coincidencias en temas de orden político y parlamentario, así como posturas en relación con la LUC y el plebiscito de la seguridad social. También hay acuerdos con otras fuerzas que integran el sublema, consolidando una visión común para el futuro.

– Como docente y asesor de la fórmula presidencial en materia de educación, ¿cuál es el estado de situación y la estrategia en un eventual gobierno frenteamplista?

– El estado de la educación en los últimos cinco años ha sido preocupante, principalmente debido a los recortes presupuestarios que han impactado en varios aspectos clave: el aumento en la cantidad de estudiantes por aula, el mantenimiento de edificios y los salarios de los docentes. Esta situación ha generado un desánimo significativo tanto en estudiantes como en educadores, dificultando el logro de cualquier objetivo educativo.

Si el Frente Amplio llega al gobierno, en educación el objetivo es generar un “acuerdo nacional, político y social por la educación” que busque abrir un espacio de diálogo que trascienda las divisiones partidarias, promoviendo una colaboración inclusiva. Este acuerdo se centraría en varios ejes fundamentales: Focalización del esfuerzo institucional en la educación inicial. Generación de un acompañamiento no sólo curricular para reducir el ausentismo en primaria y trabajar hacia la creación de una Universidad de la Educación. Existe la necesidad de unir al país en torno a la educación, abogando por un enfoque flexible que permita la incorporación de diversas propuestas. Además hay que asegurar un presupuesto adecuado para financiar estas iniciativas, lo cual es esencial para revitalizar la comunidad educativa y mejorar la calidad del aprendizaje.