«Sólo espero morir cuando Giorgia Meloni ya no sea primera ministra, porque el suyo es un gobierno fascista», dijo en mayo, en el marco de una entrevista con el Il Corriere della Sera.
Sin embargo, la primera ministra se despidió hoy de la escritora mostrando respeto con su trayectoria intelectual: «Fue una mujer que luchó por defender sus ideas, aunque fueran notoriamente distintas de las mías, y siento un gran respeto por ello».
El 11 de junio, Murgia anunció su retiro de la vida pública y en julio contrajo matrimonio «en artículo mortis» -referencia a cuando uno de los contrayentes está a punto de morir, por lo cual la legislación permite acelerar los trámites- con el actor, director y músico Lorenzo Terenzi.
Su obra más reconocida, «Accabadora» (Einaudi, 2009), le valió el premio Campiello y su último libro, «Tres cuencos. Rituali per un anno di crisi» (Mondadori, 2023), rápidamente escaló en las listas de bestsellers. Esos relatos abordan las rupturas inesperadas que sacuden las vidas, el duelo, el dolor y los amores perdidos y, en el primero Murgia relata su conmoción al descubrir su enfermedad.
Formada en el catolicismo, Murgia participó de la Acción Católica y por mucho tiempo fue profesora de religión. Nacida en Cabras, provincia de Oristano, el 3 de junio de 1972, formó parte, como obrera, de una serie de trabajos precarizados que inspiraron el blog, evolucionando posteriormente en libro-denuncia, ‘Il mondo deve sapere’ (El mundo debe saber).
La autora transitó la espiritualidad, el análisis social y político y se involucró en polémicas sobre las vertientes modernas del fascismo; mostró su compromiso con la igualdad de género de manera natural y firme, se enorgulleció de su «familia queer» y defendió enérgicamente a Cerdeña, su lugar de origen, y las ricas y tradicionales civilizaciones sardas a menudo incomprendidas.