El Ministerio del Interior ha movilizado a unos 11.000 policías y gendarmes para vigilar una jornada de huelga que, de nuevo, se ha hecho notar en el transporte público, en la educación o en las instalaciones vinculadas al sector de la energía. Las autoridades esperaban que saliesen a la calle en torno a un millón de personas.
El Gobierno plantea elevar gradualmente la edad de jubilación hasta situarla en los 64 años -dos por encima de los 62 actuales- y aumentar el periodo de cotización requerido para acceder a la pensión máxima. El texto elimina también los privilegios específicos de ciertos grupos.
El secretario general de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martinez, ha advertido al inicio de la marcha en París de que, si Macron «persiste» en esta reforma, se esperan «huelgas más dudas, más numerosas, más masivas», informa Franceinfo. Martinez ha expuesto como aval de este malestar el «alto nivel» de participación ciudadana, que considera similar o incluso superior al de los paros del 19 y el 31 de enero.
El Gobierno no tiene garantizada la mayoría para sacar adelante una reforma que ha recibido críticas desde ambos lados del espectro político. El excandidato presidencial de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha reclamado a Macron desde Lyon que sea «razonable» y no «autoritario».