El evento se desarrolló dentro del Mes de la Afrodescendencia y las celebraciones por los 300 años de Montevideo.
Llevó el nombre de Lágrima Ríos en honor y agradecimiento a su aporte a la cultura nacional, reconociendo su papel como activista afro y referente en la lucha contra el racismo.
El evento no solo actuó como una reparación material para la comunidad afro, sino que también dio visibilidad a diversos colectivos con demandas históricas, brindándoles un espacio de celebración. Participaron más de 100 emprendedores, artistas plásticos y una variada grilla musical que reflejó la diversidad artística de nuestro país.
Para muchos artistas, el festival representó una nueva experiencia, ya que la mayoría no había tenido la oportunidad de actuar en un centro de espectáculos como el Antel Arena.
Al igual que en otros festivales organizados por la Intendencia de Montevideo, la programación artística fue paritaria y diversa en cuanto a generaciones y géneros musicales, promoviendo la inclusión cultural.
Durante todo el festival estuvieron presentes servicios de la Intendencia como el punto rojo de encuentro para personas perdidas, el punto violeta para asesoramiento en casos de acoso, un punto de información, un punto de salud con asesoramiento sobre servicios de policlínicas y el punto verde con información sobre el cuidado del medio ambiente.
Ambos días funcionó la Expo Macamba, una feria de emprendimientos afro y migrantes con una perspectiva interseccional, promoviendo la autonomía económica de las mujeres. La expo contó con la participación de la Red de Mujeres de Religiones de Matriz Africana.
Se realizaron paneles integrados por especialistas nacionales e internacionales que abordaron temas de interés para las poblaciones afrodescendientes en la región, como reparaciones históricas, políticas públicas interseccionales, espiritualidad y religiosidad de matriz africana, y territorio y población afrodescendiente.
En el salón de ingreso se expusieron obras fotográficas de artistas afrodescendientes contemporáneos, con el objetivo de visibilizar sus aportes a la cultura y la sociedad en general.
Los espectáculos musicales comenzaron el sábado a las 17:30 con la presentación de Candombe Raíz, integrado por Néstor Silva y los Ciudadanos Ilustres de Montevideo, Eduardo Da Luz y Chabela Ramírez. Luego, el colectivo de rap afrofeminista y disidente Se Armó Kokoa (S.A.K.), una de las bandas más importantes de la escena de hip hop y rap de Uruguay, subió al escenario.
Facundo Balta, una de las figuras emergentes y multifacéticas de la música uruguaya, también se presentó. La joven cantautora uruguaya Sofía Álvez ofreció un espectáculo con su música, que abarca géneros como bossa nova, rock y trap. La noche del sábado concluyó con el destacado músico nacional Rubén Rada, y DJ Medusa musicalizó los intervalos con una selección especial para el evento.
La segunda jornada musical, el domingo, comenzó a las 17:00 con Darío Píriz, un cantante uruguayo con más de 15 años de trayectoria. La programación continuó con Julieta Rada, ganadora de dos premios Graffiti y un Premio Gardel. Hijos de la Diáspora ofreció un espectáculo musical con interpretaciones de matriz afro.
El gran invitado internacional fue Emicida, artista multifacético de San Pablo (Brasil), considerado uno de los referentes de la música contemporánea brasileña, cuya música fusiona la herencia de la samba, el hip hop y ritmos afrobrasileños. La noche cerró con La Nueva Escuela, una de las bandas revelación de la plena uruguaya actual.