El animal mostró un cambio repentino en su comportamiento, volviéndose agresivo y falleciendo súbitamente. El último caso registrado de rabia humana fue en 1966 en Montevideo, mientras que el último caso de rabia canina ocurrió en 1983 en Rocha.
El MSP explicó que desde 2008 existe un ciclo activo del virus en murciélagos hematófagos e insectívoros en casi todos los departamentos del país, representando un riesgo latente de transmisión a otras especies, incluyendo seres humanos. Este descubrimiento marca la primera confirmación de transmisión inter-especie en Uruguay.
En su comunicado, el MSP enfatizó que la rabia sigue siendo una amenaza actual y potencialmente mortal para los humanos si no se trata adecuadamente. Recomendaron la vacunación obligatoria de mascotas y urgieron a evitar accidentes por mordeduras, instando a la consulta inmediata en caso de exposición al riesgo.
Además, en colaboración con el Ministerio de Ganadería, se han puesto en marcha medidas para controlar el brote y prevenir nuevos casos. Equipos de ambos ministerios están activamente buscando personas mordidas y contactos animales con el caso de rabia, asegurando su atención oportuna, administrando vacunas antirrábicas a perros y gatos en la zona afectada, y promoviendo medidas educativas en salud pública.