Neuralink, la empresa de neurotecnología fundada por Elon Musk, ha recibido autorización para comenzar un ensayo que permitirá a personas con paraplejía controlar un brazo robótico a través de un implante cerebral. Este avance promete transformar la vida de quienes enfrentan limitaciones motoras severas, brindándoles la posibilidad de recuperar parte de su autonomía.
El chip cerebral de Neuralink, conocido como N1, funciona como una interfaz entre el cerebro humano y dispositivos electrónicos. Implantado en el cerebro, el N1 interpreta las señales neuronales y las convierte en comandos que pueden controlar dispositivos, en este caso, un brazo robótico. Esta tecnología tiene el potencial de restaurar funciones motoras perdidas, lo que representa un gran paso hacia la rehabilitación y la mejora de la calidad de vida de personas con discapacidades físicas.
Neuralink ya ha dado pasos importantes en sus ensayos con humanos. En 2023, la empresa logró implantar su primer chip cerebral con éxito, lo que permitió a una persona con una lesión en la médula espinal controlar dispositivos como computadoras y videojuegos utilizando solo su mente. Este primer logro ha abierto las puertas a nuevas posibilidades en el ámbito de la neurociencia.
Con el nuevo ensayo aprobado, Neuralink espera demostrar que su tecnología no solo puede devolver capacidades cognitivas, sino también restaurar funciones motoras, como el movimiento de un brazo robótico. Aunque el proceso aún se encuentra en sus etapas iniciales, las expectativas son altas, y la empresa continúa perfeccionando sus avances en la interfaz cerebro-computadora (BCI). La visión de Neuralink de transformar la neurotecnología está cada vez más cerca de ser una realidad tangible para aquellos que más lo necesitan.