Andrey Kashtanov y Olesia Dzhumelia, a quienes varios medios de comunicación señalaron como «cómplices» de Alejandro Astesiano, desmienten cualquier tipo de vínculo con la organización delictiva que se montó en la Torre Ejecutiva en torno al exjefe de la custodia presidencial.
Kashtanov, de 56 años, exintegrante del Ministerio del Interior ruso en la ciudad de Nizny Novgorod, y su pareja Dzhumelia, de 40 años, de profesión economista, arribaron al Uruguay el año pasado con la idea de invertir y el ánimo de residencia. Para ello, comenzaron a tramitar la documentación necesaria a través de una gestora. La diaria publicó que «Astesiano tramitó las cédulas de la pareja rusa que el gobierno autorizó a entrar al país en plena pandemia».
Diario La R dialogó con quien gestionó dicha documentación provisoria y que pidió no ser identificada. La mujer, que trabaja en forma independiente sobre todo con extranjeros, confirmó que les tramitó las cédulas de identidad y que también les asesoró en cuanto a los requisitos necesarios para obtener la residencia definitiva. La gestora negó cualquier vínculo con Astesiano a quien, dijo, jamás vio salvo lo que se ha mencionado a través de los medios de comunicación. Fuentes próximas a ambos ciudadanos rusos, explicaron que, ellos mismos siguieron adelante con la tramitación.
A través de los organismos competentes, obtuvieron nuevos carnet de identidad así como la calidad de residentes legales temporarios. Las cédulas fueron expedidas el 20 de julio de este año, con vencimiento el 30 de noviembre de 2023, por la Dirección Nacional de Identificación Civil. Mientras que, la calidad de «residentes legales temporarios», les fue concedida el 13 de mayo de 2022 hasta el 31 de noviembre de 2023, según los certificados concedidos por la Dirección Nacional de Migración y a los que tuvo acceso Diario La R.
Partidas de nacimiento
Por otro lado, según la partida expedida por la Dirección General del Registro del Estado Civil (DGREC) Dzhumelia figura como ciudadana rusa, nacida en Nizhnevartovsk-de Tiumén ( Rusia) , el 1º de julio de 1981, y de padres rusos ( Valentina Chernishova y Sergei Messhkov). Kashtanov, en tanto, figura también como ciudadano ruso, nacido en la ciudad de Odintsovo (Rusia), y de padres rusos (Vera Kashtanova y Valerii Kashtanov).
En la documentación oficial uruguaya se hace constar, además, que el «patronímico» de la inscripta es Sergeevna, el de la madre es Iakovlevna y el del padre Konstantinovich. En el caso de su esposo, el patronímico es Valerievich, el del padre es Fedorovich y el de la madre, Nikolaevna. El patronímico es un nombre propio que designa ascendencia, filiación o linaje. Puede ser un apellido o bien una forma derivada del nombre del padre o ascendiente usada después del nombre de pila, costumbre aún vigente en Rusia y otros países eslavos.
Puerto y supermercado
Kashtanov y Dzhumelia llegaron al Uruguay con intención de invertir. La idea era inicial, proyectada, era la de construir un puerto sobre el río Uruguay. Sin embargo, el proyecto no obtuvo la respuesta que esperaban por parte de las autoridades por lo que optaron, finalmente, por invertir en un supermercado en el Chuy, en la frontera con Brasil. Ellos financiaron la operativa del supermercado y se hicieron cargo de los salarios así como de los aportes previsionales. La idea era desarrollar el negocio, importando electrodomésticos e incluso abrir un segundo local en otro punto del interior el país. Sin embargo, diferencias que se suscitaron con los propietarios, echaron por tierra el emprendimiento.
Antes, en mayo de este año, Kashtanov y Dzhumelia se casaron en una ceremonia realizada en el supermercado con varios testigos, incluidos los socios hasta ese momento, de acuerdo con el acta matrimonial. Los nombres de Kashtanov y Dzhumelia, aparecieron en una lista de 43 personas a las que se les autorizó cruzar la frontera, en forma excepcional, el 11 de junio de 2021, en medio de la pandemia del coronavirus. La medida había sido tomada por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. Una vez difundida esta información, la Secretaría de Presidencia aseguró que se trató de una “firma administrativa” y que en los dos años de pandemia se autorizó que más de 100 mil personas ingresaran al país, por razones humanitarias, diplomáticas, reunificación familiar, judicial, empresarial, laboral, económico, deportivos, propietarios de inmuebles, promitentes compradores o estudiantes.
Según manejan distintos medios, la pareja rusa entró al Uruguay a solicitud de una empresa uruguaya que presentaba a Kashtanov y Dzhumelia como potenciales socios inversores. Quien ofició de nexo con nuestro país fue otro ciudadano ruso, Igor Vashurkin, empresario, quien también aparece en la lista de las 43 personas, y que fue quien propició la invitación para que Kashtanov y Dzhumelia viajaran al Uruguay a presentaran sus proyectos de inversión.