Junto a Lete, los militares retirados Rogelio Garmendia y Pedro Buzó también fueron procesados con prisión en el marco de la causa que investiga los abusos sufridos por 39 adolescentes en el Batallón de Infantería N° 10 de Treinta y Tres.
Lete fue imputado como coautor de múltiples delitos de privación de libertad, atentado violento al pudor, abuso de autoridad contra personas detenidas y lesiones graves. Garmendia enfrentó cargos por abuso de autoridad, lesiones graves y privación de libertad, mientras que Buzó fue procesado por reiterados delitos de abuso de autoridad y lesiones graves. Según testimonios, Pedro Buzó, entonces oficial de inteligencia en el Batallón de Infantería N° 4, participó en torturas durante una visita del general Gregorio Álvarez el 18 de abril de 1975. Las víctimas, en su mayoría adolescentes de hasta 13 años, identificaron a Garmendia como responsable de los operativos de detención y a Lete como segundo al mando durante los interrogatorios.
La jueza María Eugenia Mier, a cargo del caso, rechazó un recurso presentado por la defensa de Lete que cuestionaba la competencia del juzgado de primera instancia en causas de lesa humanidad. La magistrada calificó el recurso como una maniobra dilatoria destinada a entorpecer el proceso.
El procesamiento con prisión de Lete, dispuesto el pasado 23 de diciembre, derivó en una serie de irregularidades. Un policía de Delitos Complejos de Lavalleja informó que el imputado tenía covid-19 y una pierna fracturada, basándose en certificados médicos que luego fueron desacreditados. Esto llevó a que Lete fuera trasladado a un prestador de salud para confirmar su estado, donde los médicos concluyeron que no era necesario un traslado en ambulancia y que podía ser enviado a un establecimiento carcelario en móvil policial.
Sin embargo, según consignó la periodista Georgina Mayo en la revista Caras y Caretas, Claudia María Lete Sosa, hija y abogada de José María Lete, retiró a su padre del centro asistencial la noche del 24, alegando motivos médicos no acreditados. Pese a la orden judicial de ingreso al establecimiento penitenciario Domingo Arena, el imputado pasó la Nochebuena en su domicilio. Al día siguiente, la defensa comunicó que lo trasladaría personalmente a la cárcel en una ambulancia contratada por ella misma.
La fiscal Canosa investiga ahora las actuaciones de la hija de Lete y del policía involucrado por posibles delitos de encubrimiento, desacato y participación en la autoevasión de un imputado.
Tendrían que ir para adetnro el policía y la hija también. A pasar fin de año, por ejemplo. No van adecir pobre viejito…Privación de libertad, atentado violento al pudor, abuso de autoridad contra personas detenidas y lesioens graves. Una joyita este muchacho. Y las víctiams eran adolescentes liceales. 49 años de impunidad y ahora aparecen con certificados médicos truchos paa que el viejito vaya a esperar a Papá Noel en su cas. Qué desvergüenza.
!!JUSTICIA JUSTICIA Y MAS JUSTICIA!! Que sea de ejemplo y que nunca jamas se vuelva a repetir una dictadura en Uruguay y si esto pudiera pasar , el Pueblo tiene que tomar las armas y defender la Libertad , por lo menos morir peleando y no que los milicos te maten y torturen con las manos atadas , y a estos Viejos torturadores, tienen que pagar todo lo que hicieron , MUGRE HUMANA>>>
Fué a disfrutar de su familia después de haber destruido a otras varias.