La Misión de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) afirmó el jueves que «lamenta profundamente» la decisión del Gobierno congoleño de exigir que su portavoz abandone el país. Sobre todo en un contexto de tensiones por la muerte de más de 30 personas durante las protestas contra la presencia de los ‘cascos azules’.
«La MONUSCO toma nota y lamenta profundamente la decisión del Gobierno de RDC». En lo que hace a pedir a un miembro de su personal que abandone el país», ha señalado la misión en un breve comunicado publicado a través de su página web. Asimismo destacó que «la misión se compromete a seguir trabajando al lado de la población y las autoridades congoleñas».
Con el cometido de «llevar a cabo el mandato que le fue confiado por el Consejo de Seguridad (de la ONU)». Sin pronunciarse sobre las críticas de Kinshasa contra su portavoz, Mathias Gillmann.
El vice primer ministro congoleño a cargo de Asuntos Exteriores, Christophe Lutundula, envió una nota a la MONUSCO para explicar la petición, que vinculó al «lamentable aumento de las tensiones entre la población civil y la MONUSCO, particularmente en Kivu Norte» y a las «declaraciones poco delicadas e inoportunas» por parte de Gillmann sobre la situación.
Congo consternado
El presidente de RDC, Félix Tshisekedi, reclamó el martes al Gobierno que «reevalúe» el plan de retirada de la MONUSCO.
La decisión se toma tras la muerte de 36 personas en las protestas, incluidos cuatro miembros de la misión de la ONU, después de que el secretario general del organismo internacional, António Guterres, se mostrara «indignado» después de que ‘cascos azules’ mataran a tiros a dos personas en un incidente en la localidad de Kasindi, en la frontera con Uganda.