A escasas 24 horas del cierre en el que la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA) presente su informe mensual al Poder Ejecutivo, los distintos factores que impactan en el cálculo del Precio de Paridad de Importación (PPI) indican una presión al alza para el penúltimo mes del año, lo que supondría también un aumento de los precios de los combustibles en el mercado interno. En ese sentido, según pudo saber Diario La R, de acuerdo con esos cálculos, la variación sería del orden de un 5% para las naftas y de hasta un 9 % para el gasoil. El mecanismo, creado en la ley de Urgente Consideración (LUC), supone que cuando el PPI sube, suben también los precios de los combustibles. Cuando baja el PPI debería también bajar el precio interno de las naftas y el gasoil. Fuentes consultadas por el Diario La R, dijeron que aun hay margen como para «sostener» un incremento como el que se sugeriría por parte del organismo, tal como ha venido ocurriendo en anteriores ocasiones. En última instancia, la decisión la toma el presidente en acuerdo con los ministros del área. A partir de junio de 2021, que es cuando comenzó a aplicarse el nuevo mecanismo, hubo nueve ajustes de combustibles al alza, dos a la baja y cinco en lo que no hubo variación de precios. El cálculo del PPI de la URSEA toma diversos aspectos en cuenta a la hora de sugerir el valor de los diferentes productos derivados del petróleo: transporte internacional, tipo de cambio, seguros y costo del galón, entre otros. Este último, es el item más “fluctuante”, a la hora del cálculo, en la medida de que el transporte -si bien también varía- no lo hace de una forma que impacte tan directamente en el PPI de URSEA. Sin embargo, el precio del galón sí refleja las oscilaciones internacionales del barril en forma proporcional. La EIA (Energy Information Administration) estimó en 93 dólares el promedio del barril de crudo para el último trimestre de 2022, basándose en la presunción de que el crecimiento de la producción de petróleo puede ser más lento de lo esperado, lo que haría encarecer su precio (demanda que supera a la oferta). La decisión de la coalición de países exportadores de petróleo (OPEP) este mes de un recorte de la producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios, el mayor descenso desde la pandemia, llevó al barril de Brent por encima de los 90 dólares, concretamente a 97,92 dólares, algo que no ocurría desde el mes de febrero. Si bien el precio seguidamente tendió a relajarse, y hoy cotiza en los 90,31 dólares, esto desató un nuevo impulso alcista.
Cronología
En el mes de junio del 2021, el gobierno comenzó a aplicar al nuevo mecanismo mensual de fijación de precios del combustible, que acompasa las tarifas en función del comportamiento del Precio de Paridad de Importación (PPI), relevado por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA). Además, si se ajusta al alza o a la baja, el precio del petróleo es un componente fundamental en la ecuación que se realiza para determinar el valor.
Desde que asumió la actual administración (1º de marzo 2020), y hasta junio de 2021, hubo tres ajustes de combustibles. El primer se dio en marzo de 2020 cuando el aumento fue de 9%, mientras que el segundo comenzó a aplicarse el pasado 1° de enero de 2021, cuando se ajustaron en un 6.2%. El tercer ajuste comienza a regir a partir de la medianoche del martes 8 de junio de 2021, concretamente un 12%.
Posteriormente, hubo otro aumento a los 22 días, en la noche del 30 de junio al 1° de julio del pasado año. En esa oportunidad, fue de $ 0,34 pesos e la Nafta Súper 95 mientras que en el Gasoil aumentó $ 0,41 pesos por litro. Posteriormente, en la madrugada del día 1° de agosto, se resolvió por parte del Poder Ejecutivo nuevamente un aumento de tarifas, ya que la nafta es 7,6% y el gasoil es de 10,94%. Allí, entre el 8 de junio y el 1° de agosto, el combustible con el nuevo sistema había aumentado en cuatro ocasiones.
Con el actual sistema, la primera baja de los combustibles se concretó el 1° de setiembre de 2021. “Siguiendo exclusivamente la variación del Precio de Pariddad de Importación (PPI) en el período considerado, los combustibles bajarán a $ 70,41 por litro para el caso de la nafta Súper 95 y $ 49,94 por litro para el gasoil 50S”, informaba un comunicado en ese momento.
Un mes después, cuando faltaban dos días para finalizar setiembre, el Poder Ejecutivo y el Ministerio de Industrias Los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y de Industria, Energía y Minería, anunciaron a través de un comunicado que no había modificaciones en los precios de la nafta, gasoil y supergas, de cara al cierre de setiembre e inicio de octubre. En esos días se comenzaba a escuchar que la empresa estatal Ancap tenía “espalda financiera suficiente” como para absorber las decisiones de no realizar ajustes.
En el cierre de octubre de 2021, idéntica situación. El comunicado emitido por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), expresaba un 28 de octubre que la medida se tomaba “aún con la suba registrada en el petróleo y en los refinados que se toman como referencia para los Precios de Paridad de Importación (PPI), que releva mensualmente la URSEA. “La decisión se adoptó luego de analizar la evolución de los PPI, en combinación con los resultados de ANCAP, que continúa recibiendo importantes ingresos derivados de la venta de gasoil a UTE para la exportación de energía a Brasil. De esta forma, el Poder Ejecutivo mantiene el criterio de destinar los resultados extraordinarios de ANCAP a favorecer la reactivación económica en la etapa pospandemia”, decía el comunicado, de cara a noviembre.
El día 29 de noviembre, fuentes del Ministerio de Industria y Energía informaban al Diario La R que “los valores de los combustibles no sufrirán modificaciones en diciembre. La decisión fue tomada por el Poder Ejecutivo. La resolución tiene que ver nuevamente con las ganancias extraordinarias que está obteniendo Ancap, producto de la venta de energía a Brasil por parte de UTE. “La Ursea recomendaba una pequeña suba, pero en función a los resultados extraordinarios de Ancap se decidió mantener un mes más los combustibles”.
Para diciembre, la decisión comunicada el día 29 de ese mes fue que no había ajuste al alza, y que los precios se mantenían, ya que se consideraba que el PPI aún no era suficiente como para definir una baja en los precios. Posteriormente, ya en enero de 2022, el Poder Ejecutivo resolvió el lunes 31 un incremento de tres pesos ($ 3) para los combustibles de mayor consumo a partir del 1° de febrero, informaba el Ministerio de Industria (MIEM) en un comunicado. Si se traduce el ajuste a porcentajes, las suban iban de 4,15% a 6%.
En el segundo mes del año, el Ejecutivo decidió en esta oportunidad utilizar las ganancias extraordinarias de ANCAP para atenuar la fuerte escalada de los costos que se viene registrando. El ajuste de los combustibles que rige a partir de las 00:00 horas del 1º de febrero, será de $ 3 (tres pesos) para los combustibles de mayor consumo. “Se trata de un aumento significativamente menor al de los precios internacionales reflejados en el PPI que publica URSEA, que se vieron impulsados por una fuerte suba del petróleo y de los fletes”, explicó el MIEM en un comunicado.
“En un contexto de fuerte suba internacional de los combustibles impulsada por la guerra entre Rusia y Ucrania, el Poder Ejecutivo decidió reducir el impacto de dicha suba a un 2% de ajuste para las naftas, gasoil y supergás. La referencia de Ursea implicaba ajustes entre un 5% y 8%”, expresa un comunicado dado a conocer. La adecuación de los combustibles comenzó a regir desde el martes 1º de marzo, y es de $ 1,47 por litro para la nafta Súper 95, y de $ 1,05 para el gasoil 50S. La nafta Súper ahora cuesta $ 74,88, mientras que el gasoil 50S vale $ 53,99 el litro. El supergás ajusta también un 2%, y pasó a costar $ 60,35 por kilogramo.
A fines de marzo, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. fue quien anunció a la prensa había aumento de combustibles, que comenzó a regir a partir de la medianoche del viernes 1º de abril. Con relación al ajuste en el costo del litro del Gasoil, este fue de $ 5 pesos, mientras que en las naftas Super, la suba fue de $ 3 pesos. El gas-oil pasó a costar $ 58,99, mientras que la nafta tendrá un costo de $ 77,80. En tanto, el supergás se ajustó en $ 3 por kilo. Los montos definidos no van en línea con las recomendaciones efectuadas tanto por el informe que provenía de Ancap como el difundido ayer acerca de los Precios de Paridad de Importación (PPI) por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea).
Un mes después, y por intermedio de un comunicado, se informaba que el Poder Ejecutivo había decidido que el ajuste fuera de $ 1,5 y $ 3 por litro, respectivamente. Con este ajuste, la nafta pasó a costar $ 79.38 por litro, mientras que el gasoil pasó a tener un valor de $ 61.99. La resolución era pese a que el MIEM había informado que ““El Precio de Paridad de Importación (PPI) que releva mensualmente la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA) determina que la nafta Súper 95 debería aumentar $ 3 y el gasoil 50S debería hacerlo en $ 10,90 para alinearse a la referencia internacional”.
El último día del mes de mayo el gobierno comunicó la quinta suba del precio de los combustibles en el presente año, la cual comenzó a regir desde la medianoche del miércoles 1° de junio. El valor de la nafta súper subió un $ 1,5 pesos por litro, pasando a costar 80,88 pesos, 1,9% más; mientras que el gasoil aumentó $ 3 pesos y quedó a $ 64,99 pesos el litro, es decir 4,8% más. El Ministerio de Industria, Minería y Energía (MIEM) anunció a través de un comunicado el ajuste mensual: “Combustibles vuelven a ajustar por debajo de la suba internacional”.
Exactamente 29 días después, el 30 de junio, el Poder Ejecutivo resolvió mantener sin cambios el precio de los combustibles, incluso cuando la brecha entre las tarifas locales al público y la referencia determinada por los Precios de Paridad de Importación (PPI) se amplió durante el último mes. El Gobierno continuará atento a la situación internacional, apoyando la competitividad de las empresas uruguayas y evitando aumentos al consumidor.
Por su parte, el Ministerio de Industria y Energía anunció el miércoles 27 de julio que para el mes de agosto no se ajustaría ni al alza ni a la baja el precio de los combustibles. A través de un comunicado a la opinión pública, el gobierno informó que el valor de la nafta super sigue a $ 80,9 por litro, por debajo de los $ 83,4 que debería de costar según las recomendaciones y valoraciones de la Ursea. Con respecto al valor del gasoil 50S, continuará costando $ 65 por litro. De acuerdo al Precio de Paridad de Importación, ese combustible tendría que costar $ 69,60, existiendo una diferencia de $ 4,60.
De cara a setiembre pasado, y después de varios ajustes al alza, el Poder Ejecutivo decidió bajar el precio de la mayoría de los combustibles, anuncio que hizo el 31 de agosto. “La decisión se fundamenta en el retroceso de los valores internacionales de los combustibles reflejados en el indicador de Precios de Paridad de Importación (PPI) del último mes. En el caso del gasoil y el supergás, los precios internacionales se mantienen por encima del actual precio de venta al público, razón por la cual se mantendrán sin modificación. La nafta Súper 95 bajará $ 3 en surtidor mientras que el Gasoil 50S continuará a $ 64,99 por litro y el supergás a $ 63,35 por kilogramo”, explicaba un comunicado de la secretaría de Estado.
Para octubre, y por segundo mes consecutivo, “y como resultado de una política tarifaria que refleja la evolución del mercado internacional”, el precio de las naftas bajó nuevamente. “La rebaja recoge la variación de los valores de los combustibles reflejados en el indicador de Precios de Paridad de Importación (PPI) del último mes. En el caso del gasoil, se decidió mantener su valor actual más allá de que el indicador marcó un aumento de casi $ 1 para alinearse con el valor de importación”, explicó un comunicado del MIEM, el pasado 29 de setiembre.