Este proyecto tiene como objetivo preservar la memoria colectiva de Uruguay a través de la plantación de 197 árboles nativos, uno por cada ciudadana y ciudadano uruguayo detenido/a desaparecido/a en el marco del terrorismo de Estado. La iniciativa busca no solo rendir homenaje a las víctimas, sino también hacer un aporte ecológico duradero al entorno natural.
En el evento participaron la organización Madres y Familiares de Detenidos Desparecidos, la Asociación ¿Dónde Están? (Francia), así como diversas organizaciones de la sociedad civil vinculadas a derechos humanos, incluyendo Crysol y Memorias de la Costa. Además, el proyecto cuenta con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos del PIT-CNT y de múltiples organismos de la Intendencia de Canelones, tales como Espacios Públicos, la Prosecretaría General, la Dirección de Derechos Humanos y la Secretaría de Relaciones Internacionales y Gobierno Abierto.
También estuvieron presentes autoridades de los municipios de Paso Carrasco, Ciudad de la Costa y Colonia Nicolich, así como integrantes de la Comisión Administradora del Parque Roosevelt.