La historia del voto en Uruguay es una narrativa rica que refleja el desarrollo político y social del país desde su independencia en 1825 hasta la actualidad. A continuación, se presenta un resumen de los hitos más importantes en la evolución del sufragio en Uruguay.
Uruguay se declaró independiente de Brasil en 1825, y la primera constitución se promulgó en 1830. Durante esta etapa, el voto era restringido. Solo los hombres mayores de 21 años que poseían propiedades podían participar en las elecciones, lo que limitaba la representación democrática.
La Constitución de 1830 estableció un sistema de gobierno representativo, pero el sufragio era muy limitado. La mayoría de la población, incluidos los pobres y los analfabetos, quedaba excluida del proceso electoral. Este período estuvo marcado por la lucha entre los partidos Blanco y Colorado, que definieron la política uruguaya durante gran parte del siglo XIX.
A finales del siglo XIX y principios del XX, comenzaron a surgir movimientos que abogaban por el sufragio universal. En 1917, Uruguay adoptó el sufragio universal masculino, permitiendo que todos los hombres mayores de 18 años votarán. Sin embargo, las mujeres aún estaban excluidas del proceso electoral.
El 3 de julio de 1927 en Plebiscito para decidir la jurisdicción del pueblo de Cerro Chato en Uruguay, se registró por primera vez el ejercicio del derecho al voto de la mujer, tanto en nuestro país como en toda Sudamérica.
La primera mujer en reivindicar su derecho fue Rita Ribeira, inmigrante brasileña afrodescendiente de 90 años de edad.
El 3 de septiembre de 1932, Uruguay se convirtió en uno de los primeros países de América Latina en otorgar el derecho al voto a las mujeres.
Esto fue el resultado de años de activismo y lucha por parte de las feministas uruguayas, quienes argumentaron que el sufragio era un derecho fundamental. La primera vez que las mujeres votaron fue en las elecciones de 1938.
A partir de 1973, Uruguay vivió un período de dictadura militar que duró hasta 1985. Durante este tiempo, las libertades civiles y políticas fueron severamente restringidas, y las elecciones fueron suspendidas. La represión política y la censura marcaron esta etapa oscura de la historia uruguaya.
Con el regreso a la democracia en 1985, se restauró el sufragio y se llevaron a cabo elecciones libres. En 1996, se aprobó la Ley de Elecciones, que introdujo el voto en el exterior, permitiendo que los uruguayos en el extranjero pudieran participar en las elecciones nacionales.
Hoy en día, Uruguay cuenta con un sistema electoral robusto y participativo. El voto es obligatorio, y la participación ciudadana es relativamente alta en comparación con otros países de la región. Sin embargo, persisten desafíos como la desinformación, el desinterés político de algunos sectores de la población y la necesidad de incorporar nuevas voces en el proceso electoral.
La historia del voto en Uruguay es un testimonio del progreso hacia una democracia más inclusiva y representativa. Desde un sistema restringido en sus inicios hasta el sufragio universal y la participación activa de las mujeres, el país ha recorrido un largo camino. Aunque ha enfrentado desafíos significativos, el compromiso de los uruguayos con la democracia y el sufragio sigue siendo fuerte, y la historia del voto es un reflejo de su lucha por la libertad y la igualdad.