Quemas de Queimada

En prensa, ser polemiquísimo vende literal. El morbo de la gente compra.

El estilo lengua-látigo, el agravio, suman adictos a la carroña, y eso atrae posiblemente más dineros y recursos al supuesto “anarcocultural” de turno. Se masifica mucho más la basura mediática, que intentar difundir gestos políticos con buenas intenciones de ayudar a la población.

No pretendo desvirtuar la sana discusión que quede claro. El debate o la confrontación de pensamientos diversos, la libre expresión en marcos de respeto y consideración por la pluralidad, enriquecen la vida democrática de las personas. Creo en eso.

Y equivocarse y reflexionar, es también una condición humana de la que nadie está exento. Hablo del uso y abuso de redes y medios de difusión masivos hay muchísimos hoy,

utilizados para defenestrar personas y desvalorizar a los demás como señuelo para obtener altos niveles de fans y aumentar así la venta de espacios publicitarios, negocios varios o simplemente alimentar un ego famélico de aplausos como estrategia de marketing de baja categoría.

No son tareas realmente periodísticas, son empresarios que viven de la confusión, las riñas y ensalzando verdades únicas. Defienden su criterio atacando el de los demás y sin aparente ideología propia, se solazan en denostar a viva voz quien no piensa como ellos.

Convengamos que tienen clientela fidelizada aunque cueste reconocerlo. Gente que se “divierte” con la violencia verbal y burlas hacia otras personas.

Sin reparar en que la apatía en algunos casos es complicidad y que en política como en otros usos sociales, el indiferente ya eligió que otros decidieran por él.

Hay un bandidaje microfoneado que hace sus programas de increpar a los políticos y a la política, y no se definen porque les es más redituable pasar por dueños de la justicia y arengar a tirios y troyanos escudados en una cabina de grabación.

Tomar posición, comprometerse no les rinde y no existe para quienes se alimentan del lío, de la pelea y los conflictos. Es más útil la ordinariez camuflada de “periodismo verdad”.

Esto de hacer tiras con el cuero de la gente por radio, redes, streaming, youtube y más, en el papel de desconformes absolutamente de todos y todo, les cubre de aparente impunidad, hay miedos generalizados de caer en las garras de sus micrófonosmetralleta cargados de improperios para quien se les venga en gana porque obviamente se meten en todo.

Quienes eligen este tipo de actitudes, tienen la comodísima posición de no encontrar bien nada, desarrollar el oficio de observadores siempre negativos, y al fin ser “operadores” más que críticos neutrales, casi siempre haciendo inteligencia mediática.

Porque la lectura no es otra; no hay chance de que a tu alrededor sean corruptos, malos, y perversos todos. Para ellos la noticia es la mala noticia y la discordia si no la hay, se promueve.

Pésima forma de relacionamiento conspirativo de una indispensable y mínima convivencia que necesita toda sociedad, incluso para poder tener espacios de “prensa libre” como el que les permite escrachar con amplificación.

¿Terribles disruptivos? No.

Vulgares mercaderes oportunistas en roles asumidos para garantizar escándalos y audiencia numerosa. Es una simple lógica comercial que casi siempre les sale gratis.

Hasta que la pifian.

Entonces se envician en su ira “justiciera” creyéndose sus cuentos de todopoderosos y sintiéndose temerariamente habilitados para decir de la gente lo que se les cante incluso insultos, adjetivos racistas, yendo al borde de ser responsabilizados penalmente.

Hoy a uno se le fue la moto demasiado y chocó contra los derechos humanos. Hay legislación local e internacional que penaliza los delitos de odio aún para las quemas de los Queimada.

No permitamos que la calidad de nuestra democracia sea lesionada por el ultraje presentado en formato prensa. Nos toca defender la alegría y enviar toda la solidaridad para la querida Yessy López. Basta de impunidad ante la discriminación racial, el machismo y los actos racistas en medios públicos.

Mujer afrouruguaya, artista popular y referente del candombe patrimonio cultural, agredida en redes al expresarse políticamente hace pocos días. La mediocridad del insulto como las razones de quienes no tienen argumentos valederos para desvirtuar la digna lucha por derechos.

Con la herramienta política partidaria a favor de la equidad racial y la justicia social no ofendemos ni tememos. ¡Fuerza compañera!

4 Comments

  1. TODO DICHO… en convivencia, en política NO TODO ESTA PERMITIDO. sea quien sea, cargo o función debe ser penado por leyes que tal vez hasta ellos-as han votado. Autoridades políticas que se suman a estos hechos, callando y silenciando sus presencias mediática en estos momentos. Pregunto por ???? que no aparecieron y no aparecen para defender a una persona que merece respeto por ser tal: PERSONA.

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