Reinserción y segunda oportunidad: privados de libertad jugaron rugby en el Charrúa con apoyo institucional

Por primera vez, selecciones de personas privadas de libertad disputaron un encuentro oficial fuera de las cárceles, reafirmando el valor del deporte como vía de integración social.

El estadio Charrúa fue escenario de un hecho inédito: selecciones integradas por personas privadas de libertad, provenientes de los centros penitenciarios de Punta de Rieles y Santiago Vázquez, disputaron su primer partido de rugby fuera de las unidades carcelarias. La instancia, resultado de un trabajo sostenido entre organismos públicos y organizaciones sociales, fue valorada por el presidente de la República, Yamandú Orsi, como una “demostración cabal de que se puede”.

El encuentro se enmarca en el convenio vigente desde 2016 entre el Ministerio del Interior y la Unión Uruguaya de Rugby (URU), a través del programa Pelota al Medio a la Esperanza y con el apoyo de la Fundación Fénix. La iniciativa promueve la práctica del rugby en centros de reclusión de todo el país, tanto masculinos como femeninos, con el objetivo de fortalecer la convivencia, la disciplina y la integración social.

Presencia de Orsi

Orsi, presente en el evento, destacó la labor de quienes impulsan el proyecto desde hace años y subrayó la potencia simbólica del partido: “El simple hecho de verlos jugar es una señal clara de que se puede avanzar. El rugby muestra en la cancha que el respeto es el valor esencial”. Para el mandatario, la práctica deportiva ofrece un sentido de pertenencia que resulta fundamental para quienes transitan procesos de rehabilitación y buscan una segunda oportunidad.

En la misma línea, el subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, citó las palabras del expresidente José Mujica al afirmar que “el Estado no tiene alma, y esa alma la pone la gente”. Briozzo remarcó la importancia del abordaje integral, especialmente en salud mental, que su cartera articula de manera continua con el Ministerio del Interior.

La jornada también contó con la participación de referentes históricos del rugby uruguayo. Entre ellos, Gustavo Zerbino, impulsor del programa, quien enfatizó que dentro de la cancha “todos somos libres” y que este tipo de actividades muestra a la sociedad que las personas privadas de libertad están dispuestas a integrarse, a ser parte de la solución y a construir un futuro distinto. Aseguró además que muchos de los participantes “no tuvieron una primera oportunidad” y que este proceso les abre caminos hasta ahora vedados.

La directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Ana Juanche, calificó al programa como “muy importante”, ya que permite trabajar los valores individuales y colectivos desde la cotidianeidad, un pilar imprescindible para la reinserción social. Adelantó que el cierre de actividades del año se realizará el 19 de diciembre en la unidad n.º 1 de Punta de Rieles, en un encuentro nacional con participación de siete centros penitenciarios del país.

La actividad contó también con la presencia del director del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), Daniel Radío, del director del programa Pelota al Medio a la Esperanza, Agustín Iparraguirre, autoridades nacionales y familiares de los jugadores.

El partido en el Charrúa dejó una imagen contundente: el deporte, sostenido por políticas públicas, puede ser una herramienta real de integración, reconstrucción colectiva y construcción de un horizonte posible para quienes atraviesan procesos de privación de libertad.

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