La ciudad de Rosario, ubicada en la provincia de Santa Fe (Argentina), es acompañada por un río. El Paraná, que nace en Brasil y desemboca en el Río la Plata, la ha visto crecer desde su primer día de existencia. Juntos han construido una temporalidad y una geografía propia. Un destino hecho de barcos y vías de trenes. De sueños y música. De realidad y emotividad.
La gran extensión de agua dulce que es el río, no solo atraviesa el territorio rosarino, sino gran parte de la cultura, gastronomía, economía e idiosincracia de su pueblo. En él se puede pescar, disfrutar de la playa, hacer deporte o contemplar sus movimientos desde una gran costanera, que a los uruguayos y uruguayas que la visiten les puede recordar a Montevideo.
Ciudades espejo
Y es que Rosario y Montevideo, parecen estar habitadas por personas y espacios en común. ¿Se trata de ciudades espejo? ¿Qué se ve cuando se la mira? Además de un gran curso de agua, que trae aires de descanso, sus centros están habitados por arquitecturas que son huella característica de una particular modernidad rioplatense.
Son comunes los edificios antiguos, algunas torres con relojes, un pasado que buscaba celebrarse y al mismo tiempo construir ciudades del futuro. Tanto, como los grandes parques verdes, pulmones ecológicos de la ciudad, que invitan a pasar las tardes.
Ambas son ciudades universitarias, que en sus respectivos países, reciben estudiantes de distintos lugares del interior. El paso de los jóvenes por la ciudad también les da la posibilidad de construirse, y al mismo tiempo ayudar a construir cada día una nueva Rosario.
En sus calles, al igual que en Montevideo y otras ciudades del Uruguay, se respira fútbol, en bares, estadios y en circuitos turísticos, como el que tiene el barrio, la escuela y la casa de la infancia Lionel Messi como puntos ineludibles.
En sus costas, la arena de playa y el río, recuerdan la importancia del contacto con la naturaleza. La vitalidad transformadora que acontece cuando se entra a un curso de agua formado por un ecosistema vivo.
Ciudades diferentes
Sin embargo, también son ciudades diferentes. Rosario, posee particularidades, que al igual que otras ciudades, la vuelven única. Su noche es iluminada y sofisticada. Tanguera y joven. Más que Montevideo. Llena de bares, cafés, pubs, restaurantes, ubicados a lo largo y ancho de la ciudad, que son acompañados por un entramado cultural que la hace moderna y contemporánea. Se trata de una ciudad cosmopolita y de barrio, ubicada en el Litoral argentino.
Su gastronomía característica, le da un toque imposible de imitar. En bares y restaurantes, especializados en pescados de río, pueden comerse una variedad de platos producto de la pesca de diferentes puntos del Río Paraná: como la boga, el surubí, y el dorado.
A diferencia de algunos lugares del litoral uruguayo, en Rosario, el oficio del pescador, siempre difícil, es un trabajo que sigue siendo reconocido y valorado. Muestra de ello lo son las pescaderías artesanales, ubicadas en la calle Carrasco de la zona costera de La Florida. Dispuestas, una al lado de la otra, exponen la pesca del día de los pescadores del lugar.
Rosario, es una ciudad que transforma con su belleza. Para conocerla, es necesario visitarla.
