El concepto de saneamiento hace referencia a las condiciones de salud pública relacionadas con el agua potable limpia, el tratamiento y eliminación de excrementos humanos y aguas residuales. De esta manera, se busca prevenir el contacto humano con las heces. Todo ese proceso forma parte del saneamiento, al igual que lavarse las manos con jabón.
Después de la pandemia por COVID-19, este concepto tomó mayor fuerza en el mundo. Según las Naciones Unidas, 3.500 millones de personas viven sin acceso seguro a saneamiento en el mundo.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF informaron que en el año 2000, el 30% de la población en América Latina y el Caribe utilizaba servicios de saneamiento gestionados sin riesgo, cifra que aumentó al 49% en 2022. Uruguay es uno de los primeros países en el mundo que incorporó a nivel constitucional el acceso al agua potable y al saneamiento como derechos humanos fundamentales.
El país tiene un alto nivel de acceso a agua potable y saneamiento, pero aún hay desafíos en algunas zonas del país.
En el año 2020, la actual administración aprobó el Plan Nacional de Saneamiento, un instrumento de planificación que identifica y sistematiza las acciones que son necesarias para que en el año 2030 toda la población de Uruguay cuente con un sistema de saneamiento adecuado. Uruguay ha logrado una cobertura universal de agua potable urbana y 60% de cobertura de saneamiento adecuado en el territorio nacional; aun así, lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenido sigue siendo un desafío.
Durante el Congreso Mundial del Agua 2024, la presidenta de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), la Ing. Silvana Romero, dijo que actualmente el 64% de la población total de Uruguay tiene acceso a servicios de saneamiento a través de redes de alcantarillado, con un 68% en áreas urbanas y solo un 1% en áreas rurales. El 58% de la población total cuenta con tratamiento de aguas residuales, excluyendo las fosas sépticas, con una notable diferencia entre el interior del país (40%) y Montevideo, la ciudad capital (86%). El 35% de la población utiliza fosas sépticas. En su discurso hizo mención al plan que tiene como objetivo aumentar la cantidad de viviendas conectadas al sistema de saneamiento en un 70%, en 61 localidades a nivel nacional, alcanzando los 55.000 hogares.