El dos veces presidente de la República, y Secretario general del Partido Colorado, expuso como es habitual en la publicación partidaria del «Correo de los Viernes».
El exmandatario en esta oportunidad, dedicó sus palabras a la Rendición de Cuentas. Sanguinetti expresó que «en viejos tiempos alguna vez logramos que fueran solo eso, un examen de cuentas».Pero suelen «transformarse en reediciones del presupuesto general. Se quiere tocar todo, volver a discutir lo ya discutido. Estas dos últimas, la pasada y la que empieza a correr ahora, sin embargo, han sido muy relevantes paras marcar prioridades».
Enfatizó que cuando «todo es prioridad, nada es prioridad». El presupuesto actual «se está cumpliendo hoy con normalidad». Acotó que hay un déficit del orden de 3,5% del PBI, «la situación pudo ser manejada con prudencia».
Todo esto en medio de «un mundo donde la inflación se desboca». Recordó también que el precio del petróleo «anda por las nubes, el trigo escasea y las cadenas logísticas están seriamente afectadas». La Rendición, «lo que hace es añadir 226 millones en los aumentos a los funcionarios y esas nuevas partidas que refuerzan los actuales rubros para cumplir nuevos objetivos».
Acotó que el gobierno de coalición «una y otra vez mira hacia la dimensión social del Estado. Así como es radicalmente falso ese relato que pretende instalar la idea de que hemos caído en el desastre y la miseria, también lo es la idea, constantemente repetida, del presunto conservadurismo de un gobierno «herrerista».
La oposición y el kirchnerismo dijo Sanguinetti
Sobre la oposciicón, hizo referencia a que siguen «pensando que Cuba, Venezuela y Nicaragua, son democracias «particulares»‘.
Acotó que en todo este período ha actuado «tomando como referencia al vecino kirchnerismo. Bramaba cuando nuestra «libertad responsable» desechaba los confinamientos argentinos; propuso una y otra vez los mismos impuestos que allá gravaban retroactivamente los resultados de las empresas y desde ya que la misma avalancha de gastos que allá ha desfondado las finanzas públicas. Es muy claro que haber seguido el camino argentino nos hubiera llevado a resultados parecidos al descalabro que allí se vive».